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El nuevo marido de la viuda de Koch

El nuevo marido de la viuda de Koch

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Katerina es una viuda de treinta años que lleva una vida recatada y solitaria, con un comportamiento aceptable dentro de su círculo social. Giovanni es un joven de veinticinco años, que viene de una ciudad podrida donde los poderosos explotan a los más vulnerables. Está solo y desamparado, tratando de salir del fango y de la explotación sexual. Un sueño y una herencia serán sus motivos para unir sus vidas; mas los sentimientos, la pasión y el sexo podrían cambiar el curso de su plan. Un exprostituto a quien no le importa el qué dirán; una viuda que debe mantener las apariencias. ¿Qué pasará cuando un trato matrimonial se convierta en una trampa pasional?

Capítulo 1 Uno

Lilibor es una pequeña ciudad rodeada del mar. Es anticuada y pacífica, un lugar tranquilo para vivir. Las personas en su mayoría son amables y solidarias, pero casi todas pecan de chismosas, entrometidas, radicales y muy conservadoras.

En este lugar el machismo, las apariencias y la doble moral reinan; por lo que es difícil encontrar personas con la mente abierta y que sean tolerantes.

De las mujeres se espera que sean recatadas, de bajo perfil y ajustadas a los estándares sociales, que muchas veces son injustos, opresores y castrantes.

En la parte rural de Lilibor, una casa grande, de colores alegres y material de madera se rige orgullosa entre flores, plantas y árboles robustos. Un delicioso perfume proviene del enorme jardín que ha sido plantado por la hija mayor de los Lauren. Ella se esmera en mantener las diferentes especies de flores saludables y hermosas, debido a que la jardinería siempre ha sido su pasión.

Esta joeven ha aprendido sobre el oficio trabajando junto al señor Ross, un anciano dueño de la única botánica en el pueblo. Desde niña se la ha arreglado para ayudar al anciano y aprender de él, quien le paga unas monedas como agradecimiento.

La joven es de las pocas chicas que terminó la secundaria, puesto que es costumbre en el campo y el pueblo, que las jóvenes se casen temprano y dejen sus estudios a medias. Pero ella quiere un futuro diferente; sueña con hacer una carrera acorde con su pasión y poner su propia tienda botánica. Así ayudaría a su familia económicamente y se iría a vivir a la ciudad para emprender varios negocios. Aquella es su fantasía diaria, la motivación que le ayuda a esforzarse y dar el cien por ciento en todo lo que hace.

Le ha sido difícil ayudar al señor Ross, terminar la secundaria y cuidar de sus cinco hermanos; pero con determinación y constancia ha podido cumplir con las tareas de la casa, sus estudios y su trabajo en la botánica. Terminada la secundaria, su nueva meta es estudiar una carrera, pero aquello perece imposible, debido a que en el pueblo no hay ni sola una universidad; por tal razón, está ahorrando para irse a vivir a la ciudad y estudiar en la universidad pública de allí.

Debido a que las monedas que le da el señor Ross no le son suficientes para lograr su meta, ella hace arreglos de flores que vende en el pueblo y le ayuda con la jardinería a algunas señoras que le pagan por ello.

Ya a sus veinte años tiene un buen ahorro que esconde debajo de su cama.

—Hoy me fue muy bien con los arreglos —dice para sí mientras abraza las papeletas a su pecho. Una vez se percata de estar sola en la habitación y de cerrar la puerta con seguro, se agacha en el piso y busca su cajita secreta debajo de la cama.

Dado que ella es la única que limpia las habitaciones, no teme que su hermana o padres la encuentren. Desamarra la tira que sostiene el recipiente pegado a la base de hierro de la cama, y lo libera. Se sienta en el colchón con la pequeña caja sobre sus piernas y la abre.

La incredulidad, el temor, los nervios y la angustia la atacan cuando se percata de que la caja está vacía. Las lágrimas brotan de sus ojos de color miel al entender lo que sucedió: descubrieron su secreto.

Después de llorar por un rato, se encamina a la sala con pasos furiosos. Allí están sus tres hermanos varones jugando, su hermanita menor hace la tarea y la que le sigue a ella, una adolescente de dieciséis años que aún está en el último año de la primaria porque siempre repite grado, se encuentra sentada en la mesa desgranando unos frijoles.

—¡¿Quién lo hizo?! —grita desesperada entre llantos. Ella extiende la caja vacía con decepción en la mirada, para que todos sepan a qué se refiere.

—¿Qué sucede? —inquiere la madre, quien sale de la cocina con un cucharón en manos y una pequeña toalla que usa para secarse el sudor.

—Alguien me robó —llora desesperada—. Tomaron mis ahorros.

El padre hace una mueca y vuelve su atención a la televisión.

—¡Tanto drama por eso! —exclama la madre mientras retuerce los labios.

—Eres una egoísta —espeta Diana, su segunda hermana—. Tenías ese dinero oculto para no compartirlo con nosotros.

—¡Es un ahorro! ¿Por qué tengo que dárselos?

—¡Porque comes y vives aquí! —vocifera el padre de repente—. ¿Qué pretendes? ¿Vivir en mi casa de gratis?

—¡No vivo aquí de gratis! De lo poco que gano les doy, asimismo, me la paso limpiando la casa y cuidando a mis hermanos. Pero ese dinero lo estaba ahorrando para ir a estudiar a la ciudad, poner mi propio negocio y ayudarlos con los gastos. No obstante, ¡lo han arruinado todo! ¡Destrozaron mis sueños!

Ella cayó al suelo de rodillas y estalló en un sonoro llanto.

—¿Estudiar? —Su padre se paró del sofá y se colocó frente a ella—. Déjate de pendejadas, chiquilla. Tú lo que tienes que hacer es conseguirte un marido de una buena posición económica para que nos des una buena vida. De algo ha de servir que seas bonita. Así que déjate de estupideces. ¡Estudiar en la ciudad! ¡Bah! De esta casa solo te irás vestida de blanco. ¿Me escuchaste? ¡De aquí sales casada!

Y como si una condena fuesen sus palabras, meses después, la joven arrastra una maleta y viste un vestido blanco y largo. Se encamina en dirección al vehículo que espera por ella, mientras observa a sus hermanos, quienes están bien vestidos debido a la ocasión y la miran con caras tristes; por su parte, la madre usa un pañuelo para limpiar las lágrimas que brotan de sus ojos claros como la miel; mas su padre mantiene la sonrisa de satisfacción que puso desde el día en que fueron visitados por aquel señor, que ahora la proclama como parte de su propiedad. Con la mirada apagada y sus sueños destruidos, mira por última vez lo que fue su hogar por veinte años.

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Recién lanzado: Capítulo 2 Dos   03-07 13:46
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1 Capítulo 1 Uno
13/02/2022
2 Capítulo 2 Dos
13/02/2022
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