Relatos de amor

José es un muchacho guapo y muy trabajador, él es alto, rubio, de pelo ondulado y ojos azules, muy azules, así que no había mujer que se le resistiera y él lo sabía, él vivía con su hermano Javier, que también era muy guapo, los dos vivían juntos en un departamento de la gran ciudad, no tenían más familia que ellos mismos, desde muy pequeños ellos quedaron huérfanos, sus papás tuvieron un accidente y no sobrevivieron.

Después una de sus tías hermana de su papá, se hizo cargo de ellos, no sin antes apropiarse de la herencia que sus papás les dejaron, así paso el tiempo, ella era la solterona de la familia y por eso toda la familia pensaba que a los chicos, ella los iba a querer como si fueran sus hijos, pero las cosas no fueron así, ella tan solo los crio mientras ellos se valían por ellos mismos, pero tan luego los niños crecieron los hecho de su casa, así que viéndose solos sin ningún apoyo de nadie, de la familia y con poco dinero en la bolsa, era lo poco que la tía les dio y lo que ellos lograron ahorrar, porque ya ellos tenían planeado huir de las garras de la tía, así que se dedicaron a ahorrar un poco de dinero. Así que decidieron salir del pueblo e irse a la capital, cuando llegaron después de buscar una habitación rentada, se dedicaron a buscar trabajo, cosa que con suerte lo encontraron ese mismo día en que lo buscaron, así fue como ellos solos salieron adelante a base de mucho esfuerzo y trabajo, pasaron tiempos muy difíciles, pero libraron la batalla para llegar a ser dos jóvenes trabajadores y sin vicios, ellos saben lo que es la pobreza y el no tener un día, ni para comer, así que ellos valoran lo que tienen y lo que son. Así José, se podría decir estar orgulloso de tener un buen trabajo de donde empezó desde abajo, pero su intención de superación ha sido muy, muy fuerte y ahora a sus veinticinco años, es gerente de la empresa, esta empresa se dedica a vender mosaicos y sus derivados, el gana bien, es el gerente y todo marcha sobre ruedas en lo que respecta a novia, novia no, quizá una que otra aventura, pero nada más, nada serio a él y a su hermano les gustaba ir mucho al teatro y teatro de revista, José no le gustaba tomar si lo hacía, pero en reuniones y solo era una o dos copas, cabe mencionar que José es el mayor de los dos, así que él se siente que tiene la obligación y la responsabilidad de guiar a su hermano y ser un ejemplo para él. Así pasa la vida de este par de muchachos entre el trabajo y la diversión sana.

Un día que José llego a trabajar muy temprano se dirigió a su oficina, cuando paso por el escritorio de su secretaria él se le quedo viendo y le dijo:

—Y tú eres nueva.

Ella le contesto titubeante:

—Sí, sí señor.

—Y Delia ¿Dónde está?, Delia ¿Dónde está?

Esta se le quedo viendo y le contesto:

—No, no se señor no sé quién es ella.

Él le dijo:

—Llame al jefe de personal, el de recursos humanos que venga, lo quiero ver de inmediato.

Ella se le quedaba viendo, no le quitaba la vista de encima, él empezó a sentirse incomodo por su insistencia, pero logro contestarle:

—Sí, si, si señor de inmediato.

José se dio la vuelta y entro a su oficina, después de unos minutos llego el de recursos humanos y José molesto lo invito a sentarse con un movimiento de su mano, después le dijo:

—¿Qué pasa? Mario, ¿Dónde está? Delia.

Él le contesto entre nervioso y tratando de aparentar tranquilidad, le contesto:

—Delia a si Delia, pues Delia renuncio.

—Como que renuncio, ella no me dijo nada y porque no me dijiste nada, según tengo entendido me tienes que pedir parecer a mí de todo lo que pasa en esta compañía, o me equivoco.

—Sí, si claro que si José, pero déjame y te explico.

—Bueno, bueno te escucho.

—Pues mira Delia, se fue porque se iba a casar.

—Oye que bien y cuando se casa para ir y mandarle un obsequio.

—No, no espera deja y te digo todo.

—Sí y porque no, y ¿Qué es lo que tienes que explicarme?

—Que Delia se fue así sin despedirse de ti, porque me dijo que no lo podía hacer.

—Pero ¿Por qué?

—Pues porque ella está enamorada de ti, pero como se dio cuenta que tu solo la vez como tu secretaria y, además, ella veía desfilar a todas tus galanas por aquí, así que por eso decidió irse sin despedirse de ti, porque era para ella era muy difícil esta situación, pero mira te conseguí otra secre muy bonita y capas ya la viste.

—Sí, sí.

—No, no, pero ya la viste bien, vela bien y vera que está bien bonita.

—Bueno, bueno ya te puedes ir a y me pasas la dirección de Delia, para mandarle un presente.

—Sí, si claro, pero mejor te mando la invitación.

—Sí, si ok.

Cuando vio él al de recursos humanos salir, él se quedó pensando en todo lo que le había dicho, después ya no le dio importancia y continúo trabajando, pero cuando llego ese día a su departamento ya estaba su hermano ahí, así que se sentaron a cenar y le platico lo que le había pasado con Delia, y después le dijo:

—Sabes hermano ya me cansé de esta vida.

Él le pregunto:

—De ¿Que de que estás cansado? José.

—De que estemos solos, yo quiero formar una familia, tener un hogar, ya me cansé de que siempre estemos solos.

Ambos se quedaron callados, así se fueron a dormir. Al siguiente día José se fue a trabajar, cuando llego ya la secretaria estaba, así que cuando paso a su oficina ella lo saludo.

—Buenos días señor.

…