habíamos parado frente a una gran casa, muy linda, llena de

iendo cuando Antoine a

maletero se abre y Antoine se ofrece a sacar mi maleta, la verdad, acepto, est

uánto quer

e media —dice ella riendo

dor, toda la cuadra está iluminada por las farolas, las cosas son de diseño parecido, todas con vent

os sigo, quiero ver si la casa es aún

cuando entro, Robert

habitación —me d

dice Antoine, yo asiento sonriendo, pero luego

la de Antoine y yo pero la verdad espero que no pases l

da? —pregunto—. Porque asumo que la tienes prep

itación estos días, la verdad yo me iba a arrendar una habitación en un h

a de dos plazas en medio, y las ventanas llegaban has

del bebé —dice e

—digo moviendo la cabe

da de este bebé no podía ser en un mejor momento —dice ella, tiene ese brillo en los ojos, podría decir qu

y muy feliz por ti

o

dos colores, rosa y celeste, p

res? —pregunto, ella

, no hay muchas cosas aún, más que nada peluches, y al medio una cuna, no de aquel

hacer? —le pregu

ueno ahora ve a arreglarte porque en una hora salimos para el restaurante —dice, yo asiento y camino hacia la habitación dispuesta

s de la ducha eran transparentes, muy elegantes. Di el agua caliente, las luces se apagaron y dieron pas

una chaqueta que hacía juego, me deje el pelo suelto y me maquille un poc

la puerta sin tocar—. Sí, veo que lo estás, porque

go sonriendo, ella s

tamb

nríe. Iba con un traje negro, Roberta en cambio iba con un vestido color crema, yo por

o, el lugar es muy hermoso, alrededor de la entrada lo sigue una enredadera co

rsonas muy elegantes, un tipo candelabro estaba en med

al hombre en recepción, me suena el nombre pero no puedo recor

edor, es que la forma en la que está decorado el lugar es simplemente único,

dice una voz ronca, me s

en es un hombre alto, pelo negro, tes morena, ojos verdes que me mira fijamente, es algunos centímetros más alto que yo, lo suficient

usted, pero déjeme decirle que no pensé que sería tan he

pero ya podremos conocernos —digo, él asiente, extiende su

o que lo t

a en su dirección, debía admitir que Adrien era guapo, pero aú

arme al lado de Adrien, ella se sentó a mi lado, l

—susurra en mi oído, y

guapo —digo, ella

o gua

odando los ojos, e

nformas c

a para tomar n

unta, nos entrega una carta a cada uno,

gnon, te gustará —me d

os, y nos traen el vino

os confundidos—. El momento es preciso, esta mi mejor amiga, y el mejor amigo de mi novio, o bueno futuro esposo

levantándome a abra

os, me alegro mucho, aunque

primero el bebé… —digo rien

ebé

o ves que Agatha es bruja y lo descubrió a

dicho? —dice riendo Adrien y dándol

icias esta noche, pero Agatha se ad

es psíquica? —pregunt

e hace años, la cono

ean los padrinos de nuestra b

de la madrina del bebé —digo moviendo

e era muy m

én seré el padrino del bebé

erta quería emparejarme con el