img DE MONJA A ESPOSA  /  Capítulo 5 QUINTO CAPÍTULO | 6.33%
Instalar App
Historia

Capítulo 5 QUINTO CAPÍTULO

Palabras:3438    |    Actualizado en: 29/09/2023

irse de su hermana, pues lo único que quiere es huir de ese lugar. No entendía por qué ese hombre se burlaba de ella de aquella manera, pero la ponía muy nerviosa, y por su ment

es el hombre que amo, y si incluso debo llegar a ser cruel y despiadada, para mantener tu amor. ¡Lo haré! —Vanesa escucha el ruido de un auto, levanta la cortina, y es su esposo Joseph. —Si es así, me alegra saberlo, sabes que yo también haría cualquier cosa por ti. —Le dice Ares feliz… —Sí, que bueno saberlo. Debo colgar, hablamos luego… —Amor, ¿por qué tanta prisa?, ¿ha pasado algo? —Pregunta Ares extrañado, pero Vanesa ya ha colgado. De pronto, alguien irrumpe sin su permiso en su oficina… —Aurora, aún siguen en la junta, ya lo pensé mejor, y tal vez deberías volver luego. —Dice Adriana, llamando a su hermana, quien aún cree está en la oficina de Ares. Vaya sorpresa al ver que Aurora no está, y Ares es quien la mira desde su silla muy enojado. —¿Así que tú fuiste quien le pidió a tu hermana que abogara por ti? —¡Ehhh!, lo siento señor, no sabía que estaba aquí. —Se gira para irse, pero Ares la detiene. —¡No, no te vayas!, ¿por qué molestarte?, si por lo visto esta oficina es más tuya que mía… —Se levanta de su asiento, y camina hacia ella, que aún está de espaldas. —Ya veo qué haces lo que se te da la gana, cuando yo no estoy. Adriana cierra los ojos al ver, que lo tiene cada vez más cerca, asustada por lo que él pueda hacer, cuando entra la secretaria de Ares. —¡Señor!, ¡perdón! No sabía que estaba ocupado. Venía a informarle que en cinco minutos tiene una reunión con los de planeación. —Posponla, tengo algo importante que hacer antes. —Como ordene señor… —Hace un par de anotaciones en su agenda, y sale de la oficina, Adriana la sigue, pero Ares se lo vuelve a impedir. —¿Tú, a donde crees que vas? —A mi oficina, señor. —No se atreve a verlo a los ojos. —No te puedes ir hasta que me respondas algunas preguntas… —¿Eh? —Tu hermana… ¿Es cierto que quiere ser monja? —Su expresión se torna apacible —¿Ah? —Confundida por su cambio de actitud y su repentino interés en Aurora, guarda silencio. —¿Qué?, ¿te comieron la lengua los ratones? —¡No señor! —¡Entonces responde! —Se cruza de brazos, intentando no perder la paciencia. —No lo sé, por eso vino, para decidir si tomara o no los hábitos. —Y cuanto tiempo crees que le tomara decidirse? —Acerca su rostro al de ella, muy curioso, y la chica se pone roja, de casi poder sentir su respiración. —Tiene un máximo de tres meses, pero puede decidir aceptar antes —Entiendo… —Empieza a caminar de un lado a otro, mientras Adriana lo sigue con la mirada. —¿Y tu padre? ¿Está de acuerdo en que ella sea monja? —Mi papá está de acuerdo con lo que ella decida. Aunque no estoy muy segura de que Aurora quiera tomar los hábitos. A decir verdad, ella entró al convento por mi madre, quien la obligó para alejarla de un chico que la asediaba en ese entonces, pero no era de nuestra misma clase social. —Empieza a hablar sin parar, sintiéndose cada vez más cómoda en presencia de Ares. —Ósea que tu madre, ¿si desea que ella tome los hábitos? —Sí, pero no creo que Aurora lo haga. Aquí, entre nos, pienso que de haber estado segura no lo pensaría, aunque tal vez actúa así, porque es su personalidad. Mi hermana es una chica tímida, y a veces insegura. Sin embargo, es muy buena persona. —Parece que la quiere mucho, a pesar de que no son realmente hermanas. —Lo somos, nos criamos juntas. No necesitamos llevar la misma sangre para querernos como hermanas. —Entiendo. Ya puedes irte. —Le hace una seña con la mano, indicándole que salga de su oficina. —Señor, ¿puedo preguntarle algo, antes de irme? —Que sea rápido —Le da la espalda, y camina, para mirar la vista a través del ventanal que queda al fondo de su oficina. —¿Por qué tanto interés en saber de mi familia? —¡Curiosidad!… Es normal que me interese en saber acerca de la familia de mi futura esposa. —Le dirige una mirada llena de misterio, que Adriana confunde con la aprobación de ella como su esposa, lo que la hace sentirse feliz, y se va tan ilusionada, que incluso al salir, se toma el día libre, y llama a su madre, para que la acompañe a ver vestidos de novia. … Horas después, Ares, va a la oficina de su madre, y la encuentra hablando con Daniel. —¡Hermano! —Exclama Daniel, al verlo, mostrando una leve, pero sincera sonrisa —¡Necesito que te vayas! ¡Quiero hablar con mi madre! —Pasa de largo, y se apoya en el escritorio de su madre. —Tenemos que hablar sobre mi futura esposa. Daniel se sorprende, pero no comenta nada. —No hay nada de que hablar Ares, yo fui muy clara contigo con respecto a eso. Te casarás, y punto. —Firma algunos papeles que tiene sobre la mesa, y se los da a Daniel. —Sí, me casaré, y justo de eso quiero hablarte. Jazmine lo mira sorprendida, porque Ares no está a la defensiva, por el contrario, parece animado, y eso era algo que definitivamente le causaba curiosidad. —Daniel, sal… tengo que hablar con tu hermano. —¡Si madre! —Obedece el hombre de 25 años, alto, rubio, de ojos azules penetrantes, qué tal vez no era tan guapo como su hermanastro, pero no se podía negar que tenía su encanto. Apenas sale Daniel, de la oficina, Jazmine se levanta de su asiento, y rodea a su hijo. —¿Y bien?, ¿cómo es eso de que ahora si quieres casarte? —Digamos… ¡Que he encontrado a la candidata perfecta! —Ya te dije que primero muerta, antes de que te cases con esa cantante de medio pelo. Ares suspira frustrado, al escuchar cómo su madre insulta al amor de su vida. —No tienes por qué referirte así a Vanesa. ¡Es la mujer que amo! —Creo que deberías irte. Es evidente que esta conversación no va para ningún lado. —Toma asiento nuevamente, y revisa algunos documentos. —No me iré. Ya te dije que me casaré. Y tengo muy claro que no será con Vanesa, pero tampoco con Adriana. —Y entonces según tú… ¿Con quién te casarás? —Con una mujer que cumple todos tus estándares, de seguro… —¿Ah si?… ¿Y se puede saber quien es? —Le pregunta en tono de burla a su hijo… —¡Aurora!, me quiero casar con Aurora Hermswort y tú me vas a ayudar madre… —¿Estás loco? ¡Aurora es una monja! —No lo es, aún no ha tomado los hábitos, puede renunciar a su noviciado, y casarse conmigo. Piénsalo mamá, ella es la mejor opción. Lleva el apellido Hermswort, Adriana no. Tú la quieres, es la hija de quien fue tu mejor amiga. Tengo entendido que esa chica no quiere ser monja, y que su madrastra la obligó

img

Contenido

Capítulo 1 PRIMER CAPÍTULO Capítulo 2 SEGUNDO CAPÍTULO Capítulo 3 TERCER CAPÍTULO Capítulo 4 CUARTO CAPÍTULO Capítulo 5 QUINTO CAPÍTULO Capítulo 6 SEXTO CAPÍTULO Capítulo 7 SÉPTIMO CAPÍTULO Capítulo 8 OCTAVO CAPÍTULO Capítulo 9 NOVENO CAPÍTULO Capítulo 10 DÉCIMO CAPÍTULO
Capítulo 11 UNDÉCIMO CAPÍTULO
Capítulo 12 DUODÉCIMO CAPÍTULO
Capítulo 13 DÉCIMOTERCER CAPÍTULO
Capítulo 14 DECIMOCUARTO CAPÍTULO
Capítulo 15 DÉCIMOQUINTO CAPÍTULO
Capítulo 16 DÉCIMOSEXTO CAPÍTULO
Capítulo 17 DÉCIMOSEPTIMO CAPÍTULO
Capítulo 18 DÉCIMOCTAVO CAPÍTULO
Capítulo 19 DECIMONOVENO CAPÍTULO
Capítulo 20 VEINTEAVO CAPÍTULO
Capítulo 21 VIGÉSIMOPRIMER CAPÍTULO
Capítulo 22 VIGÉSIMOSEGUNDO CAPÍTULO
Capítulo 23 VIGÉSIMOTERCER CAPÍTULO
Capítulo 24 VIGÉSIMOCUARTO CAPÍTULO
Capítulo 25 VIGÉSIMOQUINTO CAPÍTULO
Capítulo 26 VIGÉSIMOSEXTO CAPÍTULO
Capítulo 27 VIGESIMOSEPTIMO CAPÍTULO
Capítulo 28 VIGESIMOCTAVO CAPÍTULO
Capítulo 29 VIGESIMONOVENO CAPÍTULO
Capítulo 30 TRIGÉSIMO CAPÍTULO
Capítulo 31 TRIGÉSIMO PRIMER CAPÍTULO
Capítulo 32 TRIGÉSIMO SEGUNDO CAPÍTULO
Capítulo 33 TRIGÉSIMO TERCER CAPÍTULO
Capítulo 34 TRIGÉSIMO CUARTO CAPÍTULO
Capítulo 35 TRIGÉSIMO QUINTO CAPÍTULO
Capítulo 36 TRIGÉSIMO SEXTO CAPÍTULO
Capítulo 37 TRIGÉSIMO SÉPTIMO CAPÍTULO
Capítulo 38 TRIGÉSIMO OCTAVO CAPÍTULO
Capítulo 39 TRIGÉSIMO NOVENO CAPÍTULO
Capítulo 40 CUATRIGESIMO CAPÍTULO
Capítulo 41 CUATRIGESIMO PRIMER CAPÍTULO
Capítulo 42 CUATRIGESIMO SEGUNDO CAPÍTULO
Capítulo 43 CUATRIGESIMO TERCER CAPÍTULO
Capítulo 44 CUATRIGESIMO CUARTO CAPÍTULO
Capítulo 45 CUATRIGESIMO QUINTO CAPÍTULO
Capítulo 46 CUATRIGESIMO SEXTO CAPÍTULO
Capítulo 47 CUATRIGESIMO SÉPTIMO CAPÍTULO
Capítulo 48 CUATRIGESIMO OCTAVO CAPÍTULO
Capítulo 49 CUATRIGESIMO NOVENO CAPÍTULO
Capítulo 50 QUINCUAGÉSIMO CAPÍTULO
Capítulo 51 QUINCUAGÉSIMO PRIMER CAPÍTULO
Capítulo 52 QUINCUAGÉSIMO SEGUNDO CAPÍTULO
Capítulo 53 QUINCUAGÉSIMO TERCER CAPÍTULO
Capítulo 54 QUINCUAGÉSIMO CUARTO CAPÍTULO
Capítulo 55 QUINCUAGÉSIMO QUINTO CAPÍTULO
Capítulo 56 QUINCUAGÉSIMO SEXTO CAPÍTULO
Capítulo 57 QUINCUAGÉSIMO SÉPTIMO CAPÍTULO
Capítulo 58 QUINCUAGÉSIMO OCTAVO CAPÍTULO
Capítulo 59 QUINCUAGÉSIMO NOVENO CAPÍTULO
Capítulo 60 SEXAGÉSIMO CAPÍTULO
Capítulo 61 SEXAGÉSIMO PRIMER CAPÍTULO
Capítulo 62 SEXAGÉSIMO SEGUNDO CAPÍTULO
Capítulo 63 SEXAGÉSIMO TERCER CAPÍTULO
Capítulo 64 SEXAGÉSIMO CUARTO CAPÍTULO
Capítulo 65 SEXAGÉSIMO QUINTO CAPÍTULO
Capítulo 66 SEXAGÉSIMO SEXTO CAPÍTULO
Capítulo 67 SEXAGÉSIMO SÉPTIMO CAPÍTULO
Capítulo 68 SEXAGÉSIMO OCTAVO CAPÍTULO
Capítulo 69 SEXAGÉSIMO NOVENO CAPÍTULO
Capítulo 70 SEPTUAGÉSIMO CAPÍTULO
Capítulo 71 SEPTUAGESIMO PRIMER CAPÍTULO
Capítulo 72 SEPTUAGÉSIMO SEGUNDO CAPÍTULO
Capítulo 73 SEPTUAGÉSIMO TERCER CAPÍTULO
Capítulo 74 SEPTUAGÉSIMO CUARTO CAPÍTULO
Capítulo 75 SEPTUAGÉSIMO QUINTO CAPÍTULO
Capítulo 76 SEPTUAGÉSIMO SEXTO CAPÍTULO
Capítulo 77 SEPTUAGÉSIMO SÉPTIMO CAPÍTULO
Capítulo 78 SEPTUAGÉSIMO OCTAVO CAPÍTULO
Capítulo 79 SEPTUAGÉSIMO NOVENO CAPÍTULO
img
  /  1
img
Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY