img El Chico de la Habitación 04  /  Capítulo 6 VI: Un rato con las chicas. | 66.67%
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Historia

Capítulo 6 VI: Un rato con las chicas.

Palabras:1826    |    Actualizado en: 12/05/2023

Un rato co

ule

desacreditada esa. No he vuelto a ver a Zion, sim

ía para mí sería pésima, me cuesta conseguir amigas, yo en mi tiempo de adolescente siempre fui res

pués de todo lo caballeroso, todo lo

d, sin embargo, agradezco aquella estúpida broma que me hicieron

con Alish, me percato que Zion, está hablando co

tancia Pau, tú ere

n la misma mesa en la que c

manos para que le preste atención. En

ea con sus dedos en

ra parte. — Me disculpo y empiezo a comer mi sándwich con papas fr

cas y no me dices nada. — Me hace un puchero supertierno distintivo de ella.

Le ofrezco mi ayuda para dejar los berrinches de lado. Y hacer que Zion no está

suspiro, Alish anuncia la llega de sus hermanas a

iempo con ella, siempre estoy con Alma o con

efusivamente Alma besándome la

n una pésima actitud, igualmente sa

da. — Le tomo un mechón rebelde sutilmente

s nos reímos incluso Alba, e

olla te trae loca. — Dice Alma apoyando sus nudillos e

eniería estaba haciendo sus cositas en el techo con la profesora d

sonrojaba, pues… mira adonde llevaron todos esos calores. — Me paseo un dedo por mi mentón mientras que expl

e he sido detallista, es difícil que pase por alto un detalle y eso se refiere

as, chismes, conversaciones subidas de tono, todo lo que

Se acerca una silueta famil

l idiota

cuantos años. — Bromeo ante la ca

r con Ray, lo único que si no me

e guiña el ojo tomando mi mentón. Con una cara de

o está Zion, ja, de seguro le debes tener miedo y Tres…— no me deja terminar y me empieza ahorcar con una mano. Y no hago nad

tú… eres una de ella. — Acerca su

P

l piso y me sue

acerques a ella, maldito. — Está frente a mí un Pelirrojo con la respiración a

las vulgaridades. Me reprendo

llo, Ray se va con una hemorragia nasal,

poyándose de sus rodillas para estar de mi altura, con las yemas de

la mano que está toda roja por el golpe que le dio a Ray. Me sonríe

rañada mente contenta por lo que

Finalmente, se apartan y me sonríe guiñándome

jó en mi rostro por verle otra vez. Ay, Dios, este hombre

do Alma, lo cual pego un respingón. No es para meno

n atraer los problemas. — Con la ca

a Alba despidiéndose de sus her

mira con cara de “Como sea” y Alish me mira hipnotizada la cual arqueo una ceja y esta se activa

ella es una señora de 54 años, siempre está en búsqueda de chicos pudientes para que la mantenga, la mayoría del t

dículament

a razón, cuando escribe en el pizarrón, menea

erta, el salón está casi vacío exceptuando los nerds o los que por ahora no consiguen novia p

cubículos y poco a poco se v

y luego procedo a explicárselas. — Expone y lentamente escr

nto sin previo aviso haciendo que Alish de un pequeño s

nseguida dirige su mirada

regunto con mis nudillos apoyados en mi mejilla, est

onder. — Me mira de reojo asegurándose que le esté dando toda mi ate

el hombre que la ten

struendosa voz de la profesora Rosswell me descoloca y volteo para encontr

funfuño por debajo con una

tea y sigue con su trabajo, cabe dest

Agradezco con una sonrisa falsa y dirij

s extenso y aburridos, pero mi amor por esta mat

s como yo estamos luchando para estudiar, otros que si están

de llamar la a

ente su pierna, ella

para no llamar la

s nada de matemá

después me p

scribir. — Como bala salida de

mucho. —

te pregunto. — Asiento y re

nutos

minutos de su tiempo. — Me llama la

de Alma y Alish, dirijo mi mirada de fastidio hac

usted. — La miro impotente

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