ue a opinión de muchos pasaba demasiado rápido sin tiempo a verdadero descanso, el sol había hecho acto d
s pasillos como si el estar en la cama hasta las siete fuera sacrilegio, muy contrario a la reina, quien siempre intentaba quedarse en descanso hasta las ocho o nueve, después de tanto años sirviendo la gran mayoría sabía que esta no ocupaba el tiempo durmiendo sino más bien leyendo y mirando el horizo
para salir corriendo de allí, la cocina principal quedaba a plena vista, era hecha de piedra y mármol, como casi todo en el reino, frutas perfec
entir y volver su total atención hacia las hojas entre sus manos mientras tomaba una taza de té, y degustar algunos de los manjares dispuest
lia asintió dándose el primer bocado de ligera y dulce fruta⎯Creo que es algo de sangre⎯agregó como comentario al aire sin aparente ma
fable y brillante⎯Es...⎯ladea la cabeza y sonrió a la vez que pensaba⎯Algo de sangre, al parecer⎯los orbes g
s cubiertos y poner ambas manos debajo de la mesa, sobre su regazo y entrelazadas
ja y correcta, como si cantara
día⎯¿Por qué no vas a cerciorarte de que los preparativos para
reo q
⎯ordenó mirándola directo a los ojo
r, solo algunos de la servidumbre que ya tan adaptados a tal comportamiento n
la
lágrimas, demasiado acostumbrada a todo, realmente no entendía cómo su cora
te los documentos, sin saber que segundos antes alguien había estado viendo todo desde una de las puertas, e
propio, a las cuales Bastian ni siquiera les prestó atención y solo lo mandó a callar con una gélida mirada que casi hace que Brian se atragante con el jugo que estaba tomando para ese entonces. Sin embargo ya todo estaba en marcha, Nicholas se casaría, y Brian debía reconocer, por su salud mental e innecesaria necesidad afiliada a una sinceridad desmedida, que Amarü era hermosa, y atractiva de una forma rara para sus gustos, en primer lugar no había tenido la oportunidad que siquiera tratar con personas de otro tono de piel que no fuera el pálido característico de los habitantes de
estaría
n toro embravecido, Brian lo observó entre divertido y temeroso, su hermano daba miedo cuando que
noce, o más bien los presentan para llevarse la sorpresa de que es una mujer con algún complejo extraño de superioridad femenina y un sentido de la cortesía algo retorcido llena de sonrisas cínicas y palabras dulcemente venenosa, es que a él nada podría irle bien, vien
iones, una con la guardia real de la corona y otra con el consejo del reino, ambos se habían sentado a descansar en uno de los salones destinados para el disfrute de la corona y
to las puertas del infierno, y el diablo resultó ser