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nes de semana, pero ni siquiera le estoy prestando atención. “Hoy es la celeb

peli? – Pregunta mi madre, s

no tienes nada mejor que

Lu

sabe que no la estoy viendo y en lo que estoy pen

al – le di

ras mueve la cabeza y

no estabas siquiera prestándole atención a la película y sé en qué

r una palabra. No tengo ganas de hablar, no tengo án

cielo,

s que pensar en ella, no puedo evitarlo. No hay un solo día que no piense en ella y en lo que puede estar haciendo en

aba y bailaba a todas horas y siempre conseguía que me uniera a ella. Lo que a mí me sorprendía más era que a ella le

Era la única que conseguía quitarme el mal humor cuando me enfadaba. De hecho, era l

rla después de diez años… Dudo que eso sea posible después de la que lió su padre. Incluso la he buscado en todas las redes sociales. Pero nada.

amos a encontrar. En mis sueños, es la chica alegre, sonriente y dulce que yo cono

estaba divirtiendo. Mi madre nos dejó saltar en el sofá mientras escuchábamos música y cantábamos las canciones a pleno pulmón e inventábamos coreografías, para cenar, mi madre nos preparó hamburguesas

der despedirme de ella como es debido, ya que cuando su padre supo que venía a jugar conmigo le

endo mis pensamientos. La miro, niego con la cabeza y me reincorporo,

a cama pero sin hablar, le digo que se siente a mi lado. Cuando ya está sentada, apoyo mi cabeza sobre su hombro y la rodeo con mis brazos. El

o sonreír hasta que apareció ella y, al marcharse, se llevó tu sonrisa, porque desde aquel día no te he vue

rendida. – Le prometí que, pasara lo que pasara,

frente y se va. Cuando ya ha cerrado l

quien sea que esté ahí arriba, haz que ocu