gunos de nuestros gustos, trivialidades. A medida que la conversación avanzaba, Alex se
no, pegándose cada vez más. Lo que disparó en mi mente imágenes que nunca había tenido antes, q
visualizaba un beso de él, volteaba hacia su torso y lo proyectaba en mi mente sin ropa
la, estuve sonrojada, lo que parec
en adelante lo que deseaba era relaciones casuales sin ningún tipo de compromiso y tener re
sentí con suficiente coraje, miré hacia las chicas y noté que se v
co espacio que quedaba entre nosotros, pasando mi mano por su camisa,
és, Alex bajo su rostro, su respiración en mi cuello me erizó la piel,
te conmigo? Ir hacia u
lientes, tragué saliva, «¿Qué hice? ¿Podría hacerlo? ¡Nunca había hecho nada así!»
deslizamos a hurtadillas de nuestro
i vida me había atrevido a tanto. Y aunque estaba nerviosa, me pareció estimulante,
Pero para mi suerte, mi acompañante no parecía ser un hombre de los que se rind
menzó a acribillarme con mis inseguridades. «Te verá desnud
opa, solo será, levantar el vestido, pantis para un lado y para adentro» «¿Vas a desaprovechar la oportunidad para comerte este manjar? Si no le gustaste, igual no importa, po
un letrero de “Baños para personal”. Nos aseguramo
e describir lo que hicimos en el baño, si ba
z como el que tuve con ese hombre, fue apasionado, complaciente,
tragos que había consumido es
os habíamos acomodado la ropa lo mejor que pudimos, se nos
berme comido a semejante semental, ahora sí me sen
ía y refrescarnos, de inmediato acepté, definitivamente, si me hacía f
so fue… Uffff. — Expresó con una sonrisa sensual. —
onreí tontamente, nerviosa, como una adole
aban. Él les hizo señas para qué esperarán y rápidamente sacó de un
bajo, si no es por eso, te llevaría ahora mismo hasta mi cama y no te dejaría salir de allí e
a?. Asentí y le sonreí, sabiendo que era obvio que sacase una excusa como
s por to
haciéndole señas. Apenas se acercó a ellos, llamaron al mesonero para pagar, recogieron
s, en fin, ¿Qué no me dijeron?. La verdad, no les puse mucha atención,
Ava! ¡No lo vuelvas a hacer! ¡Hiciste un juramento!», no debía pensar más en Alex, salvó que fu
sobre lo que hacía? ¡Sí!. Ese era el mejor rapidín de mi vida y se lo estaba entregando a mis amigas, sin em
boca abierta por un segundo, para
ella? ¿Quién eres?. — Comenzaron a
mar la tarjeta con los datos de
muró encogiéndose de ho
e, soltándole un codazo en la
estás recién casada con un man
no te puedo decir lo mismo a t
¡Es más! ¡Envidia te debería dar! Él, lo que está, es
era la única soltera en la mesa. Paula tenía varios años casada y
las risas, fueron quienes nos a
a llegar muy tarde a casa. De hecho, termine