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Historia

Capítulo 4 Hacerle caso al jefecito

Palabras:1956    |    Actualizado en: 12/07/2023

obador cuando recibió una fuerte y sonora nalgada

i hubiera sido electrificado, del mismo hombre que le había

iras para tenerlo tan grande- mostraba i

molesto por su indecencia y pasó por su l

tiró de él y lo sentó en una silla delante del espe

de levantarse para q

o, tan temprano en la mañana. A esa hora su cerebro siempre estaba en estado de reposo, a menos que su

ia atrás, en un peinado elegante. Aunque al final podía divisar los diversos ga

que lo había torturado- Ahora vamos a ver a Victory,

nsu hizo una mueca, f

a se

ima de los hombros y le dio una úl

o. Eres pálido, delgado, tienes buen cuerpo,

u su

parte delantera de la tienda. Si otros tenían tiempo para perderlo, él no. Necesitaba terminar

os en el joven delante de él y lo repasaron de arriba abajo. Su mirada fue tan intensa que J

o. Ese tipo lo ponía ansioso y no sabía por qué. Quizás porque era el tipo d

orbes y se levantó- Sol

u empresa. Jinsu apretó los labios. Era un gesto que acostumbrab

nombrado ya estaba dándole la espalda en dirección a la puerta- Tacaño

arado delante del auto y también posó su mirada sobre Jin, aunque no fue

r. Jin no le prestó atención. En cambio pensaba en como resolvería su estado financiero. Un segundo trabajo sería una buena opció

a revisado lo dado por su empleado y pensó que había sido una buena idea haber deja

necesario- la voz de Victor era

boca y lengua?- protestó murmuran

, al parecer había escuchado sus palabras por lo que se dignó a sonreírl

ue nadie, el hombre estaba fuera de lugar con su traje completamente negro, i

Utilizaban el concepto de las ruinas para después de editar las fotos hubiera un mejor impacto

de un lado a otro apreciando todo como si estuviera loco, no dándose cuenta que el ho

ictor lo acusaba por encima de su hombro y Jin puso distancia entre ellos- L

rte que era su espalda. Inconscientemente se relamió los labios. Había un liger

có corriendo a él con una cám

lo saludó estr

dría en persona- el tal Ric le sonrió

ó al joven d

to. Quería que viera el proceso para que

e enfocó en Jin- Soy Ric, el fotógrafo

l lado del Presidente y le devolv

que usaba formalmente. Normalmente lo hacía con el diminutivo de Jin a sus acompañantes nocturno

corto de tiempo- Ric se rascó la nuca, nervioso y se dio media vuelta pa

spués y lo sacó del bolsillo de su pantaló

uitó su atención de su celular hasta que descolgó y dándole la espalda comenzó a caminar hacia el au

chasqueó la lengua indignado- Quédate quieto en un lugar. No caus

recobró la compostura soltando un poco su apretada corbata. O

obo feroz- sacudió su cabeza recordando que su cabello estaba más duro que un la

y de paso a los modelos. Eran tanto hombre como mujeres de casi dos metros y 30 kilos

libritas de más detrás de u

una esquina. Debajo de un balcón para que le diera sombra. Podía tomar sangre y todo eso pe

odían abrir el estómago y sacarle las vísceras. No moriría pero al menos necesitaría todo un

más dulce y más delicioso que cualquier otra cosa. La fuerza interior de cada vampiro aumentaba dependiendo de

y a su perro fiel detrás de su culo vigilando cada uno de sus movimientos. Aunque si le miraba el trasero con otras in

echado para interactuar con los demás, sobre todo con los estilistas adm

Se maldijo, no podía ser posible. Nunca tuvo un apatito tan grande. Eso era peligroso, sobre todo con tanta gente alrededor. No creía que fuera

volver por su cuenta si su j

guien gritó CUIDADO a su lado. Un grupo de rollos de fondos y otros

que la oscuridad lo consumiera segui

tención y se desarrolla en los otros ámbitos donde yo trabajo, editora profesional de fotos y fotógrafa como Ric. Por lo que si ven

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