img ENTREGADA A LOS PLACERES DEL MILLONARIO  /  Capítulo 5 No puedo dejarla ir. | 4.46%
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Historia

Capítulo 5 No puedo dejarla ir.

Palabras:2764    |    Actualizado en: 30/07/2023

e una escena de prueba. Observé con fascinación cómo su cuerpo comenzaba a to

rar más, tení

ras del suyo. Sabía que podía sentir exactamente lo que me estaba haciendo, su cuerpo se tensó minucios

sintieras lo que me haces. ¿Puedes sentir lo duro que es mi pene para ti? —Apliqué un poco más de presión, mientras movía mi erección en su culo una v

esidad de estar más cerca de ella, de sentir su cálida carne resbaladiza contra la mía. D

tar tan cerca del suyo, un gruñido bajo escapó de mi pecho mientras nuestros cuerpos se reconectaban. El

é a amasar y acariciar la carne flexible, tal co

aginando por teléfono, mis manos amasando y pellizcando tus senos? —pregunté, mient

aron a balancearse hacia arriba, frotando

que mi sexo se metiera entre sus glúteos —E

corriente estalló y crujió entre nosotros. Tiré y pellizqué mientras mis dientes se hundían en la unión d

ndo loco —jadee

en, mientras mi izquierda continuaba jugando con sus pezones duros como

el, y el grito que voló de sus labios me hizo desliza

me desesperaba el saber que di m

jugos que fluyen, le or

e tu propio sabor. Pru

caron profundidad en su vagina empapada. Ella gimió a

me… Dios… me

o mis dedos señalando su inminente liberación. Estaba tan apretada que era casi dolorosa. Podía imagina

ión protestara. Si ella podía chuparme los dedos así, sabía que sería gloriosa colgando del extremo de mi pen

sus restricciones. —Por favor, señor, no se de

unas cuantas veces. Luego le ordené que se quedara quieta. A

os que necesitaría para la siguie

Cuando estuve satisfecho de que estaba bien, la guie a la mesa acolchada y la ayudé a ubicarse. Fui atándola a la misma y preparándola para lo que estaba por venir. El tiempo corría y quería compensar su falta de liberación d

hizo saber que tenía 45 minutos, má

a lo largo de su pecho y por su estómago, siguiendo el rastro húmedo que mi lengua había dejado atrás. Su piel estalló en carne de gallina y gimió ante la nueva sensación. —Puedo ver cuánto

a los anillos en D unidos al costado de la mesa. Ella estaba abierta, vulnerable y completamente a mi merced; incapaz de aguantar más, luché con mis

sed. —dije mirando con deleite su hendija— ¿Te gustaría e

a el culo con su intensa sensación de dejavu; se metió el labi

in aliento. Sacudí la cabeza tratando de di

os. Clara y esa manera linda e inocente que tenía de morderse el

mi pene saltaba a la vida. Sorprendentemente, ver a esta misteriosa

ría s

No

ede ser

o ta

i que nadaban en mi cabeza. Respiré hondo y quise volver al presente. Me concentra

exótico sirvió para borrar todos los pensamientos anteriores

je mientras me zambullía en las profundidades de su vag

uscamente queriendo que alcanzara su tan esperada liberación. Sumergí mi lengua en su agujer

lvajemente mientras acaric

ncreíble. Si sigue pasando su lengua de ese modo, le mojaré

arte carnosa de su muslo. Sabía que estaba

—lloró, mientras su cuerpo se ar

ara, mordí su clítoris y

lo ir,

za. Casi me ahogo en la cantidad de dulce néctar que brotaba de su cuerpo a mi boca que esperaba. Tuve q

antidad correcta de estimulación, de que pudiera hacer que chorreara. Ella continuó gimiendo sua

los hombros. —¿De qué color somos? —la sorpr

as palabras. Las endorfinas estaban altas y el

olocado allí. Le levanté ligeramente la cabeza para que no se atragantar

pos estaban cubiertos de sudor, cuando ella estaba lo suficientemente h

liciosamente sensibles, y rodeaba el otro entre mi pulgar e índice. Una vez que estuve satisfecho con su tensión, susurr

a g

uñí, mientras me movía hacia la cabecera de la mesa, y una vez allí, continué diciend

r de la mesa a un ángulo más cómodo y lentamente deslicé mi pene en su boca cavernosa caliente. Me explayé cuando mi erecc

a aplanada corriendo a lo largo de la vena pulsante en mi falo. No era pequeña de

e sus dientes rozaban ligeramente hacia arriba y hacia aba

ta! Chúpamela como

os. Le di una palmada en el muslo mientras tiraba simultáneamente de la cadena de las pinzas del pezón. Fui recompens

tras su garganta se relajaba y se abría alrededor de la cabeza de mi erección. Me incliné y tomé

ido aliento fluyendo de su nariz sobre mi hueso púbico. Tuve que reprimir e

rendida por la sensación que hizo que mi erección se deslizara por su boca con un 'pop' audible

su rostro. Ella gimió mordiendo ese maldito labio suyo, pero por lo demás perman

no señor

ección. No te muevas, voy a cogerte esa boquita sucia tuya hasta que me libere. Abre bien esa boca y relaja tu garg

No habíamos hablado de ninguna forma de humillación privada, así que esperaba no haber exagerado con alg

de las palabras de seguridad y que me indicaba que siguiera adelante. Esa fue toda la confirmación q

stante aclimatándome a la sensación de estar dentro de esta parte de ella. Gruñí cuando su nariz se encontró con mi pelvis por segunda vez esta noche. Ella era tan buena en esto. Parec

e fuera de su mente, moviendo la varita a una velocidad más alta y directament

animé, mientras buscaba más profundidad en su boca. Me di cuenta por la forma codic

que ella estaba disfrutando esto tanto como yo. Tres empujones má

ente podía sentir los músculos de su garganta contrayéndose y ordeñando hasta la última gota

e y espasmos con su propia liberación. Sin aliento y agotado, me resbalé de su boca y gemí por la pérdida de su calor

ior. Por más que lo intenté, no pude luchar contra la sensación de familiaridad en lo que respecta a esta hermosa

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Contenido

Capítulo 1 Introducción: Un sueño húmedo. Capítulo 2 Cita a ciegas. Capítulo 3 Condenado a estar sin ella. León. Capítulo 4 Me tiene fascinado. Capítulo 5 No puedo dejarla ir. Capítulo 6 Me duele dejarla. Capítulo 7 ¿Quién es ella Capítulo 8 Me dejó vacía. Capítulo 9 La felicidad que ambos merecen. Capítulo 10 Una tristeza absurda. Capítulo 11 La cena y un misterio por revelarse.
Capítulo 12 Saber toda la verdad.
Capítulo 13 Solo tu y yo.
Capítulo 14 Ella es virgen.
Capítulo 15 Ella es diferente.
Capítulo 16 Hablemos.
Capítulo 17 ¿Quieres que te haga el amor
Capítulo 18 Leon... te amo.
Capítulo 19 La fe para volver a creer en el amor (parte 1)
Capítulo 20 Si esto es un sueño... por favor no me despierten.
Capítulo 21 Finalmente en casa.
Capítulo 22 Miedo a perderte.
Capítulo 23 En manos de Jane.
Capítulo 24 ¿Quién es Isabella
Capítulo 25 No te vayas.
Capítulo 26 Siete palabras.
Capítulo 27 Toma mi mano, por favor.
Capítulo 28 Estoy enamorado de ti
Capítulo 29 Promesas de amor.
Capítulo 30 Eres hermosa.
Capítulo 31 Hablar de Nosotros.
Capítulo 32 La que siempre querré.
Capítulo 33 La sumisa perfecta.
Capítulo 34 Mi mujer
Capítulo 35 Lo que necesitas
Capítulo 36 Que vivas conmigo
Capítulo 37 Mi hombre
Capítulo 38 Mojo vs. León
Capítulo 39 Lo quiero todo con vos
Capítulo 40 Mojo vs. León parte 2
Capítulo 41 Gracias.
Capítulo 42 ¡Estamos hechos el uno para el otro!
Capítulo 43 Entrenando a mi diosa (Parte 1)
Capítulo 44 Entrenando a mi diosa (Parte 2)
Capítulo 45 De exhibicionismo.
Capítulo 46 Bienvenida a casa.
Capítulo 47 Enemiga de la pasiencia.
Capítulo 48 Tío León.
Capítulo 49 Planes a futuro.
Capítulo 50 «¡Sonríe ahora perra!»
Capítulo 51 Nuestro compromiso inquebrantable
Capítulo 52 Guerra fría.
Capítulo 53 Solo vivo para complacerlo.
Capítulo 54 Miedos e inseguridades
Capítulo 55 Siempre a tus pies.
Capítulo 56 ¿Qué sentiste
Capítulo 57 Sorpresa x 2
Capítulo 58 Quiero que vivas conmigo . parte 1
Capítulo 59 Quiero que vivas conmigo. parte 2
Capítulo 60 Así todos los días.
Capítulo 61 Entrelazados.
Capítulo 62 Eres mi hogar.
Capítulo 63 Visitas indeseadas.
Capítulo 64 Escandalo de una ex desquiciada.
Capítulo 65 Necesitamos estar juntos.
Capítulo 66 Tiempo de juegos.
Capítulo 67 Me tiene rendido a sus pies
Capítulo 68 La criatura más hermosa que había visto en mi vida.
Capítulo 69 Una novia para Mojo.
Capítulo 70 La cena familiar.
Capítulo 71 Incoherencias.
Capítulo 72 ¡Qué fin de semana!
Capítulo 73 Nuestro hogar.
Capítulo 74 Conferencia de prensa.
Capítulo 75 Preguntas incómodas.
Capítulo 76 Calor en la oficina.
Capítulo 77 De regreso a New York
Capítulo 78 Voy por ti
Capítulo 79 Ultimando detalles.
Capítulo 80 ¡Que comiencen los juegos!
Capítulo 81 Estas faltando a las reglas.
Capítulo 82 Estas faltando las reglas parte 2
Capítulo 83 Lo que mi Maestro anhelaba.
Capítulo 84 Adentro... y afuera...
Capítulo 85 ¡Serás mi maldita muerte!
Capítulo 86 Serás castigada
Capítulo 87 Seguirás las reglas esta noche.
Capítulo 88 Mi perfecta sumisa.
Capítulo 89 Llámame Maestro.
Capítulo 90 Mi maestro
Capítulo 91 Me siento frustrada.
Capítulo 92 Traicioné su confianza
Capítulo 93 Miedo a que se canse de mí
Capítulo 94 Ella es todo para mi.
Capítulo 95 Recuperar su confianza de nuevo.
Capítulo 96 Charla entre amigas
Capítulo 97 Yo era suya
Capítulo 98 ¡Estoy lista para esto!
Capítulo 99 Siempre lista para él
Capítulo 100 Siempre lista para él. Parte 2
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