cordillera completamente verde, que daba un efecto mágico, que d

pueblo, de blancas paredes y rejas de color negro. Una casa p

da oportunidad, en la que las cortinas se levantaban debido a la brisa marina que entraba por las ventanas

rico; la calma era lo que predominaba en aquella habitación, hasta qué pasos se escucharon por el pasill

es; que había optado por vivir en la sombra del misterio al negar verse con sus

e su hija se lanzaba a la cama. Gruñendo por lo bajo, la editora se pasó una mano por l

Informó, con tono burlón, la joven

un tono castaño y era ligeramente ondulado. Los ojos de la joven pasaban por la figura de s

ecesites quedarte en la ciudad un par de días. — Agrego Agatha viendo cómo su madre estaba cada vez más despierta. — No te preocup

gún tipo de contemplación con su pobre alma. Finalmente asintiendo la mujer, gateo por la cama

an solo alcance a dormir dos horas.» Pe

…

icio de grandes ventanales, y sobre la puerta principal se encontraba un letrero que decía “E

n hombre de tez morena, ojos de color chocolate y rizado cabello negro, con sutiles canas regadas por toda la cabeza;

y padre de Agatha. Un hombre también rondando los 37 años; de tez clara, cabello marrón, largo hasta un poco más abajo, de los hombros

brazándolo de manera efusiva antes de sacarle la lengua a Joel. En lo qu

mano — Vamos Thea no me mires así, tengo café para ti.

mirar a Caín. — Hola, tú. — Saludo antes de entrar

de su madre, entretanto Joel y Caín compartían

u pérdida, amigo.── Dijo

…

quedado en la oficina de su padre jugando en la computadora, decisión inteligente

e amar a Theodore Díaz para sacar a la osa con mal de rabia de su casa un domingo; lo único que lo relajaba era tener a Caín con él, ya que entre los dos podían cal

añía; si te guiabas de su apariencia, nunca te i

eléctrico; con una altura apenas superior al metro sesenta centímetros y una contextura gruesa sin llegar a ser obesa quiz

e habían convertido en socios cuando le propuso armar una editorial. Además, que

menos, en especial luego de haber recibido un derechazo por parte de

. — Espeto Thea. — ¿Qué pasa? Debe ser importante

endas de que su tiempo se había acabado y no había encontrado algo mej

a guardia. — Nos informa que a la señorita Lira, le encantaría formar un acuerdo comercial con nosotros, pe

alegría en Thea se evaporó como agu

autela, cayendo en cuenta del porqué de la presencia de su ex

a la mitad. Consiguiendo que la pelinegra alzara una ceja de manera impaciente. — Verás la asistente de Jessica está en la dulce espera y

ien solo atino a quedarse congelada en su lugar. La mente de la e

e causaba cierta y notable incomodidad verse envuelta en un trabajo c

ellos, Joel se aclaró la garganta, para agregar algo m

tá cerca de mi casa. — Informo, a sabiendas, de que era una parcial mentira lo que estaba diciendo. — Aunque bueno es una oportunidad única Thea, t

a proponiendo, tantos años trabajando codo a codo, facilitaban ciertas interacciones. Relajando de manera inmediata

ioso de lo que vendría. Y tampoco se quejaba, puesto que la visita de su hija se había adel

s. Analizando si aquello realmente era una buena idea, ya que un sentim

res favoritos, aun siendo parte del mundo editorial, esas cosas no eran

utora novata que tenía mucho talento, y pese a que sus relatos no terminaran siempre de manera

ud solo esperaba, de todo corazón, no arr

o era el comienzo, de t