do combinado con unas zapatillas medio tacón. En su cintura se envolvía un hermoso cintur

enta una de las sirvi

ado? —inquiere in

? ¿Que quie

no es

esaltando la belleza que estaba oculta en ella. Aunque fuera algo temporal, ya que solo tiene e

ndo a Elizabeth se abre, y por ella asoma la car

familiar, con rasgos exquisitos de un joven de veinticuatro años, cabello ru

regunta entrando

responden la

ora salga

de pie en medio de la habitación solo esperando que pase lo que siempre pasa entre ellos c

e acercándose a ella

Grac

ene de pie tan cerca de ella que puede rozar su c

co de él, pero no logra mantenerlo le

la cintura con su brazo —el invitado no ha lleg

os suavemente sintiendo con su l

e, pero el agarre del joven en su cintura solo le permite poner las

ariz por el cuello de Elizabeth aspirando s

los sentimientos que dice tener son totalmente enfermizos y retorcidos, su comportamiento de tenerla a su disposición todo el tiempo con tanta posesivid

mos al comedor, ¿Si

ostro con los ojos oscurecidos —¿Quieres

es a

ofrezca, dinero, comodidad, inc

lastimas —protesta con dolor al sentir

a suelta por fin —puedo llevarte con

podemos h

a que no pu

er

nce el ceño —recuerda que eres mía, y

lo

caricias que ella rechaza para sus adentros —entonces

á bi

nlleva hasta la cama de invitados que

nsando en cualquier otra cosa que no sea el momento desagradable que está atravesando. Pero los besos de Louise por su cuello y part

azlo, dijiste que n

el ritmo al demandante. Louise empieza a ponerse más intenso, como si quisiera comerla con cada unión de labios tan despiadada. Ent

*

eglando unos últimos detalles en el comedor mientras el

na de Lorna lo recibe

vitación —sonríe d

invitación, me sentiría muy triste si es así —pone una ca

í, no te

desde hace unos años. Un hombre alto con buena

parece por las escaleras —espero que se

ia, y como siempre, es un honor estar aq

cial, así que esper

supue

se hace presente. No pasan muchos minutos cuando una de la

r por favor —in

osa figura de una modelo perfecta, arregla su rubio cabello que le cuelga hasta los

y segundo, no estaba enterado de que había otro invitado aparte de él, s

nca y autoritaria de Call

ecibe Lucrecia —es un honor tenerlo

el ceño guarda

señora —habla el asistent

sea bienven

ntadora sonrisa —es un gusto conocerlo, soy

e él secamente sin mirarla, b

cto físico —interviene nuevamente el asistente de Callum al n

la finge un d

ñor Callum, déjeme presentarle a Axel Morgan,

almente con un apretón de man

endido de que Axel estuviera presente ya que la cena era solo asunto de familia, sin embargo, dej

a —y también está ausente Elizabeth. Q

uí, mi señora —responde

lizabeth seguramente baja e

or con Elizabeth a su lado. Ya todos estaban en la

cula Louise, moviendo la silla de Eliz

n. Mientras tanto, una mirada intensa e inquebrantable la estaba observando sin pestañear esperando el mome

alza la cabeza de golpe —saluda al s

ebajo del mantel y la aprieta suavemente. Ella lo mira, y luego su mir

ámbar que van del amarillo al rojizo dorado, cejas perfectamente finas con un puente

uda la pelinegra abandonando su mir

quitarle la mirada de encima, cosa q

mo un abismo. Axel la estaba mirando detenidamente, y ella también le devolvió la mirada. Era la primera vez que podía ve

e el incómodo silencio —escuché de mi

se vuelve hacia la rubi

ponde firmemente —hemo

a lastimera nuevamente —per

dvierte s

libre de decir lo que p

qu

izabeth es muy joven para contraer matrimonio, además, no quer

brumador. Enzo mira a su hijo con sorpresa y a

n su hermana. La verdad es que, Elizabeth es muy tímida, y es muy jov

o los cubiertos en la mesa—qué impertinenci

.¿De qué trata todo esto? —inqu

él estaría presente, justo cuando se iba a tratar el tema del

ica Enzo —el señor Callum es el prometido de mi hija Elizabeth

con aire de molestia

sobre

de nuestra familia, así que le pedí a mi hija que lo invi

la preocupación que tenemos hacia nuestra herm

amenazante —. Tal parece que no están enterados del acuerdo que hay entre el

evamente, señor Callu

—piensa en Elizabeth, e

o nueva

unce el ceño co

papá, El

suelta Lorna de sopetón —me da mucha tristeza que ella

perada de Lorna deja

lizabeth, o más bien todos la miran incluido Axel que le cayó

ugada de su hija, mientras que la indefensa joven se encoge en su lugar con el

tando su mano en un puño, no oculta la moles

? —pregunta Enzo

lo quiere mucho, incluso tiene retratos de él dibujados en su

n saber que decir ante la situación —

verdad,

rna! —exclama L

el y él son amigos cercanos, su amistad se vería perjudicada si

n Elizabeth, es joven y una chica enamorada,

te Enzo conteniendo la furia —

Lorna la tomó infraganti, no se esperaba que ella soltara su secreto

, casi al punto de querer llorar. No sólo por él, sino por todo, la vergüenza, humillación, lo insensible

corazón de ella le pertenece a otro hombre. Y ese mismo hombre la está viendo en

Elizabeth —le susurra Louise

atención de todos —has firmado un contrato conmi

, señor

que piense dos veces antes de lanzar veneno —espeta —. En dos semanas quiero a

do se llevará a cabo según l

no permitiré que Elizabeth se case co

o, Louise —sent

unto por qué su interés en Elizabeth,

nto suyo —

orta los sentimientos de nuestra pobre herma

xel que se notaba ansioso por la respuesta que

e acuerdo —le dice Louise con un tono de advert

se quedará encerrada en esa casa soportando golpes, maltratos y abusos de parte de los Jones. Y s

a —ya hemos hablado del asu

—le corta Cal

atrimonio —d

ise la mira

n la pelinegra. Al momento en que ella acomoda su cabello por los nervios,

llum? —Enz

os vamos a retirar —declara Ca

ronto?

cosa que necesite informarme, mi a

también se levanta de la mesa

nteresado—l

epentinamente dirige sus pasos hacia la pelinegra que seg

ue Elizabeth se asuste por el toque toque tan repentin

o lunar que lleva debajo de sus acolchados labios rosados. Cada detalle es captado por Callum. Desp

iene co