one

har a uno de mis cantantes favoritos. Subo el volumen de la música y comienzo a mover mis caderas al escuchar mi canción favorita. Alzo mis brazos al aire, dej

le bajaste

cintura y con la otra me

escándalo no me dej

uerta—:Vete de mi cas

re abre sus labios, b

cortarme mi

scándalo, Antonella. Sabes muy bien que me g

erco lo suficiente pa

señora de esta casa soy yo, así que yo decido si hacer o no escándalo

A ver, señora Lancaster, ¿de qué más eres

s, querido —contesto muy

a con s

vocas, hermosa,

uedes controlarme, no al me

su man

amián suele perder la

ostumbrado con otros. El problema de Damián es creer que yo soy como todos esos idiotas, que él puede goberna

sta se posa s

aso al frente,

ni lo que pretende hacer. Se

rees qu

ervios. Esa mirada no m

ratoncita? —Su

o un

ame —pido mientras le do

perar? Estoy ansioso —susurra cer

ca de mí, más aún cuando mis manos

. Necesito tiempo, Damián. Prom

adueña de mis delicados labios e introduce su lengua hasta casi el fondo de mi garganta. Una vez que siento su calidez

—. No vas a tenerme así tan fácil, Da

o de que pas

e supone que las clases de amor deberían ayudar a que mejore, pero los resultados son negativos. Es un hombre de poca paciencia y termina obstinado o alguien requiere

ino por el hecho de que parte de ese beso me gustó. Aún no estoy lista parar se

no haces nada tonto es

través de un

si no lo ha

tienes q

y llevo una cucharada

e pidas que me comporte, mientra

más joven, pero no lo soy, con

en mi habitación solo, sin compañía.—Me muest

e, cuando cuelgues la llamada, ya no será así, me

e pueda estar

a risa sa

la libertad que quieras y a mí no me lo q

starás con otro. Además, ese idiot

resi

rmir. —Y

extrañe

me enamore de ti? Qu

pone que quie

s cariñoso, como desearme buenas noches, que me cuide en tu ausencia y que e

mos luego. —Cu

a hacer con ese idiota. Su comportamiento solo ocasiona que yo actúe en contra de

ve

en mi sano juicio debido al nivel de alcohol que tengo en mi sangre, pero ¿a quién le importa eso? ¡Que se vayan a

ara al menos olvidar qué horripilante vida tengo. También enfureceré a un hombre que no debería importarme

es para hacerme girar. Cuando lo hago, abro mis ojo

lengua se enrede—. ¡Has vuelto! —Llego

Antonella? —me pregu

entirme tan mareada. Estoy borracha, pero conscien

por su rostro, arm

ójate,

o seas fácil»—. No estás muy bien. Mejor dejemos la fiest

de licor y le ofrezco—. Bebe conmigo, ¿sí? —Coloco la botella en s

ra de mi ca

obardes. No sé por qué

Sigo al grupo, pero él me sostiene de

pasa, Antonella?

causa

ón, porque los corriste a todos. Te encanta estropearme mi felicidad,

esastre que dejaron e

ni mirar cuand

a alguien se encar

! —exclama, y eso acaba

e tú no haces nada para que yo lo sea! —Me doy un trago—. Eres pésimo esposo. —Bebo de nuevo—. Tú no me quieres nada ni tampoco lo intentas. Estoy poniendo de mi parte en hacerte un mejor hombre y lo único que haces es ignorarme, Damián, ignorarme . —Me dejo caer en el sofá a llorar como idiota en frente de él—

toma entre sus brazos y

ses, Antonella. Mañana

u madre y hermana. Esas son las únicas mujeres a las que él ama y tiene clavadas en su corazón. Su vida gira en torno a e