desafiante de mi amiga. Jamás en la vida me atrevería a hablarl

tu suerte, más te vale que razones ante

uedan sumergidos en lo que parece una batalla de miradas al estilo del lejano oeste. Ninguno quiere ceder. No sé por qué, p

es el hombre quien

s ―espeta el hombre, con enfado―, la llevaré a su casa en cuanto tenga la opor

iración. No puedo ir a ese lugar. Si mis padres se enteran, será el fin de

nunca dudé de ti ―inclina su cabeza hacia atrás para mirarlo a los ojos―. Tien

pies para dejar un beso corto en los labios de su amigo

to por lo que acaba de hacer―. Te he

estarle la más mínima atención a su am

ia al apartarse de él. Me toma de la mano y me conduce hacia la puerta trasera del vehículo―.

hablarle, no obstante, esta vez sus palabras están llenas

gundos se tornan completamente blancos por la falta de circulación de sangre. Abre su

, se nos hace

con ella, pero la situación es tan tensa que mantengo a boca cerrada. Una vez que la

vuelto lo

unto ne

s un inso

rder los nervios frente a una persona. Es siempre tan segura y con

e g

stá rondando dentro de mi ment

―balbucea nerviosa―. No te

con enfado, abrir la puerta del piloto con algo de bru

e muy atract

epando por mi torso, luego escalando por mi cuello y, finalmente, asentándose en mis me

a los ojos y, en ese mismo momento, me arrepiento de haberlo

e div

haya escuchado, giro la cara hacia el frente, pero me arrepiento tan pronto como lo hago. Me topo con

erecha y entrelaza s

da una palmadita sobre el dorso de la mano―

de mi boca tan pronto como recuerdo que nos estamo

de mi corazón se detienen. Vicky es y ha sido por siempre mi única amiga, hemos estado juntas desde que éramos niñas y me dolería en el alma perder su amist

preocupada. Ella aprieta mi mano

con su voz determinada y segura―.

mor que me produce saber que, dentro de poco, entraré a un mundo que es completamente opuesto a todo lo que conozco. ¿Por qué tenía que suceder esta emergencia justo en esta noche? Cierro los oj