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OR OMN
se entrelaza con una tensión casi palpable. Patrick se mantiene firme frente a su padre, luchando por contener la frus
esfuerzo a hacer de esta compañía un referente– sus palabras se deslizan con un
trick. Siente el peso de los años de sacrificio, de las noches en vela, de las pérdidas personale
mi legado, mi creación. Eres solo un peón en este tablero de ajedrez que he diseñado. Tienes dos opciones: seguir mis directrices o enfrentarte a un destino que te
Sus motores rugen con la furia del éxito, cautivando no solo la vista, sino también el alma de quienes presencian la frenética danza de la Fór
atrick ha luchado desde su infancia para elevar la empresa de su padre a la cúspide del éxito. Aunque cuenta con
o elevar su fama más allá de lo que jamás ha sido– declara el joven con convicción,
e sus hombros. Sus palabras, aunque cargadas de tensión, intentan desafiar la seguridad del primero. –No importa lo
disfruta de la compañía de varios hombres. No está buscando un compromiso serio– asegura
a expectante que se posa sobre él. –Según la investigación exhaustiva que he realizado, Charlotte, además de ser una actriz famosa, tiene una personalidad estructurada y es fi
la que su padre insiste en que se case, es la heredera de Ferroz, la segunda empresa de autos de carreras má
icción, aunque sabe que sus palabras suenan huecas incluso para sus propios oídos. Trata de enmascarar la ve
frazada de sentencia que hiere más que cualquier insulto directo. La risa sarcástica que escapa de sus labios resuena
n cualquier rincón de la habitación, evitando el impacto directo de esa desaprobación. El aire se llena de una tensión
que ni siquiera conozco– responde Patrick con un dejo de angustia en su
e ansiedad y frustración. La presión se cierne sobre él, una presión fami
a voluntad que no admite objeciones ni protestas. –Tienes que casarte con ella,
Se siente atrapado entre la voluntad de su padre y sus propios deseos, incapaz de encontrar una salida que no destruya su propia felicidad. La máscara que ha us
y el peso aplastante de las tradiciones familiares se funden en un torbellino de emociones que lo desorientan por completo. Cada mirada de decepción que cruza el semblant
en, tratando de ocultar la confusión y el temor qu