ón Ke
ra omni
río Shika, donde nacía
a familia Keelhs, líderes de la mayor
mpos de gloria había logrado crear lazos, que le perm
n varias empresas; Miguel decidió acercarse a ellos y proponer un trato qu
juventud de Miguel, estuvo en una guerra que no
a situación deplorable, debido a la cantidad de
n defenderse, y fue entonces, cuando l
s, a cambio, el gobierno debería dejar de involucrarse en sus negociaciones, además cualquie
egó el país en las manos de la mafia, que con forme
los Keelhs no te
alquiera que lo escuchará, ya que todos conocían
mino, y quien no lograba congeniar con
sarles era enemistars
paz de hacerles frente,
s espías y defender los puertos, no conta
riñaba todo a su alrededor, por ello, no tardó e
controlaban el mercado de la leña y la carne de conejos,
ían vestir con cueros y pieles de los animal
se con un lobo hambriento, que
así como también dagas y navajas; pero uno solo de esos
nte Daled, el patriarca de los Evans, tuvo la
recían el fondo de un peligroso lago, su cuello grueso era adornado por una gruesa cadena de hier
e su cinturón de cuero, todo su torso estaba desnudo, dejando
era como la de un trueno, dejando
iguel fue la manera en que los
endían de
una prenda pronto daban con el dueño, su sigilo
arán, e incluso llegaban a pelear como u
l oído muy peculiar, casi ta
a preguntarse si re
a que hasta sus mujeres eran de temer, no
hacía daño, y no buscaban a
rías y duras, eran gente que sabía divertirse, haciendo fiestas d
o, y a pesar de vivir en lo más profundo del bos
ver ese aspecto de lobo feroz, e incluso
antes y coloridas, y fue así como Miguel Keelhs fu
ermosas joyas, a cambio de
se habían mantenido en armonía, cada
años desde aquello, pe
ano, y los malos hábitos le pasaron
deroso, ahora se encontraba miserablemente postrad
iado tarde, por lo tanto casi todo su cue
itación, recordaba sus dí
l orgullo era más impor
ía comprado en un mercado 33 años atrás, s
condición de esclava, debía admitir que con el
sido muy dolorosa p
s libros en la mano, cuando un gran vehículo se detuvo a su lado y abrie
e lo permitió, pero aquellos hombres la drogaron de
ta de que estaba encadenada de manos y pies a
fría, todas en el suelo, apretadas
bría y dos hombres fornidos en
erán nuestr
e Sahir paraliz
n después de que los doctores se las llevará
que sintió cuando le el turno