El Perdedor

repletas de lastima se han convertido en algo común. “El perdedor”, esas son las dos palabras que me persiguen desde hace un mes, pero ¿qué más se puede esperar cuando la b

comenzar a quitar los portarretratos que enmarcan nuestras fotos juntos al igua

o —le hablo a su foto y sin más ro

iódicos que se han acumulado en estas semanas. Sé que debería concentrarme en los balances, en los reportes d

arría” Dice uno de los periódicos más importantes, mientras que otros hab

os tiro al mismo lugar al que fueron sus fotos mientras que escucho la alarma de

rdat

mara de comercio

cesario para llegar al lugar, por ende, me pongo de pie y vuel

yudar en algo? —me pregun

olvide que tenía un desayuno en la cámar

o que le diga a alguno de los ejecuti

asillos una vez más escuchando de fondo como pase de ser el hombre más

…

donde de a poco me voy encontrando con varios conocidos que por supuesto también me ven como lo ha hecho el pers

vo por aquí —dice entus

s negocios? —averiguo y debo admitir que me cue

e cuenta con orgullo y eso era todo lo que bastaba para que los dos comencemos una c

ededor, pero de repente, la mirada de Samuel se fija en

regunto haciendo que

ira y s

pero no termina de entender que no pertenece

? —inquiero a

guna, mírala, es bella, pero no encaja. Ella no

do rimbombante? ¿o porque su

hará. Su proyecto de negocio de seguro cae

interesa saber que tiene para ofrecernos —dig

ez más —la saludo y esos ojos azules se

sé que supiera mi no

mi mesa? Por lo que veo ha venido sola —comento mirando hacia todas partes y dándome cue

unos negocios de los que le quisiera hablar

y por primera vez en todos estos días, sien