que fue uno de los protagonistas de la historia que tuvo lugar a mediados de los setenta, p

los entre rubios y caoba rizados que le caían en una cascada sobre los hombros y que jamás se peinaba, pero que siempr

eces se acercaba al local, a conversar sobre cualquier tema, haciendo tiempo mientras el joven v

nticinco años en mano, pantalón corto y sin zapatos, brindaba a quien quisiera aceptarlo, un trago y se conversaba algunos

rranquilla, ciudad apodada “el mejor vividero del mundo”, compraban una mansión al norte de la ciudad y allí se quedaban. Esa épo

cedieron mientras se cursaba la última etapa de aquella ca

una camioneta Ford negra, modelo Bronco, de vidrios negros. El copiloto era el tristemente célebre “Tín Sanchez”. El joven al sentirse salpicada la espal

joven que lanzó el insulto, rápidamente se subió a un transporte público que pasaba a su lado, pero los ocupantes de la “Bronco” lo vieron y el copiloto se baj

cuencias de aquel hecho y de quien era hijo el

da que permanecía vacía. Más adelante en la investigación se determinó, que solo era ocupada por cinco individ

s, los vecinos del frente salieron como rayos descargando setenta y ocho disparos en el cuerpo del desprevenido sicario. Uno

tos y casi invisible, pero al mismo tiempo, más despiadado miembro de la organización y que el padrino de a