arrera y su guapo novio, aunque admite que es un poco idiota; c

mano es igual que yo. La mayoría de los hombres no solemos pen

felices, p

ovio? —Le pregunto mientras rec

nco

¿No crees que te estás

no salimos solos todo el tiempo, ni nos vemos todos

ado con nadie porque no siento la necesidad de atarme a alguien, ni siqu

die llama mi atención. Sí me gusta mirar, como a todos, pero nada más. Conversaciones superficiales e

s años de universidad solo me he acostado con una

lugar sagrado. Solo me acuesto yo. No quiero tener que quitar pelo

—Me pregu

o quiero. Estoy ce

mi hermana.

l amor a esta

ter

brazos de delante hacia atrás por

o que te vengas aquí tod

han. Necesito que me lleves al pueblo porque all

no lleg

día que nos llevast

hace cu

iendo hora que le

é esta tard

sigue, distraída mientras la risa de su hermana

nuk. Ella está descalza en el césped, se ha quitad

stá hecho un asco. ¿Se han

ha libre —dice Evan— He

mechones de su pelo están en su cara. Mi camiseta de ajusta a su

se quita la camiseta y se frota todo el cuerpo. Cuando veo que va

los q

or q

s fosas nasales. Adoro la comida de Anastasia. A papá le costó aprender a cocinar más cosas. La que guisab

a Sebastián en el porche mirando hacia la cabaña. Evan está sentado en las es

es que me molesten, pero no entiendo

r aquí. No hay muchos sitios donde salir y

le de la cabaña negando con su ca

nerlo corto le hace el cuello mucho más largo. Tiene l

hago una mueca cuando veo que no me quedan. La arrugo en mis manos y levanto mi vista para ver a Anuk salir de la cabañ

á recogido en un moño y ahora lleva ropa suya. Ropa que se ajusta a sus curvas. No tiene la mi

ida! —La abuela s

tos últimos días hemos estado también haciendo cosas por la tarde pero hoy vamos

para tomar u

l sitio donde hemos quedado con Sabrina, que

ella me mira. Le tiendo una de las ce

ando más esto

ro. Ni siquiera miro la hora ya porque da igual

uí. El estrés de la universidad va a a

s troncos cerca de las rocas y nos sentamos, in

ngo, ¿hay que le