azón roto. Había derramado muchas lágrimas por eso, aún sentía la presión en mi pecho como si estuviera desolada. A la mañana siguiente, me

mbre de la noche anterior me parecían un cinismo ah

comentó, tomando las llav

ndo de su parte, aunque era una rutina que teníamos todos los días—. Los e

io, pensando que era muy superior a nosotros solo porque él era el próximo heredero, pero era un completo idiota. Si quisiera,

alir de mi oficina cuando escuché una conve

dado cuenta antes, llevamos dos

e —contestó Sebasti

jaste antes? —pres

trabajo. Si nos divorciáramos antes, sería incómodo y probablemente ella re

, no me respetaba, me veía como la servidumbre y pensaba que siempre podría humillarme y obtener todo de mí. Eso me hacía sentir aún má

bió a uno más seductor—. Pueden divorciarse antes de que naz

si tú sabes que so

en casa y ocuparse de todo. Después de todo, es estéril. Le haríamos un favor y mientras tanto, nosotros podemos

culina salió

le decimos que es por el bien

evidencia contundente de que ellos eran amantes para mi suegra, ella no le perdonaría aquello. Pero me quedó un cabo suelto

que pasara con el personal. Si amarrar a Sebastián era tan importante para ella, debía haber cometido error

aba aquí. Sebastián se paró para abrirle con una expresión de dicha en su rostro y esperé borrarle

, sonriendo de par en par, como si pensara que pronto sería su

hermosa —le dio una mirada general al lugar maravillada—. Siemp

en sus ojo

pondió con completa arrogancia—. Inc

ra no contestar a

i pequeño departamento podría caber ahí, es impresionante cómo vive el señor presi

si lo deseas —ofrec

s de ella s

habitaciones? —pregunt

la hacia la segunda sala de estar—. Aquí está

a casi salir co

llo! —se quejó—. N

eferencia

agregaría unas hermosas sillas de jardín y pondrí

mi gusto de interiores. Parecía que no tení

o puede mantener las vivas

notar mi presencia, cuando ambos

os venido a h

fá y yo tomé una de las sill

stás embarazada de Seba

viendo al estúpido de Sebastián que parecía conmovido por ella—. Es como si fuera el destino. Voy a tener un hijo. Sé que cometió un error al ca

Sentí ganas de pararme y abofetearla, para después lanza

a débil

por favor, déjanos ser felices —me