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ue soy una omega, entre grandes telas y un vestido pesado con el que puedo pasar como una be

r lugar donde pagaran por mí. Mi mamá lo sabía, de pequeña era fácil oculta

dos, muchos cuestionarían el porqué nunca me vendió al ser pobres y de poco

s nerviosa, no quiero que alguien me atrape y solo me use para cosas que no me gust

daje por 2 días, no puedo hacer muy evi

todo mi alrededor, estoy en peligro y no soy alguien ágil como para escapar con facilidad. Es algo peligroso estar caminando, así como

ión y no parece que alguien se anime a defendernos, no creo que quieran h

uiero

da y no durar mucho en un lugar por el temor de ser descubierta. Es es

niego a que él sea mi pareja, solo escucho cosas de algu

o que usen mi cuerpo dejando de escapar. Sueño con tener una familia, quiero es

y puedo seguir escapando, seguir con una

observó las nuevas tecnologías que han sido cambiadas y me asombra tanto q

compro distintas golosinas y un rico chocolate caliente, c

el mundo, pero estoy segura de que el origen de ciertas c

ados por el vapor del caliente chocolate en mis manos, lamo mis la

mis lentes para mirar mejor la situación. El rico y relajante aroma, también atrayente de hace un momento junto con esa poderosa testosterona, m

los demás automóviles de recientes modelos, maldigo nuevamente por tener una debilidad al chocolate que me dejo despreven

a, es dema

mi huida, giro mi rostro hacia atrás notando esos ojos grisáceos nuevamente, mis lentes

ona sin misericordia, tropiezo cayendo en la apenas notable nieve, mi capa roja cae sobre esta y

omega interior me ordena que salte a esos brazos en los que estaré segura, yo prefiero huir aún

r tan profunda mirada, tiemblo por sentirme débil a su lado, sintiéndome vulnerable. Busco calor abrazánd

— murmura con lentitud, mi cuerp

tro recibiendo su calor acogedor. Cierro mis ojos sintiéndome segura en sus bra

ólate o

rovoca revoltijos en mi interior, al mismo tiempo, alzo m

as— besa mi nariz causando un gran sonrojo en mi rostro —. No qu

manos cuando siento su mirada. Muerdo mi labio nerviosa, pensaba en que hoy no sería ese momento en donde lo encontraría o qu

s tan

tá bien,

aricias por mi espalda, lo abrazo tratando de no importarme el hecho de que su mano está debajo

ño, sería una gran pena

prieta mi cintura, sonrió, eso es

caricia mis mejillas, mi corazón incrementa su pulso, lo m

, tímidamente alejó sus manos, ¿tuve

ero creo son los diferentes tiempos. Había alfas que ocasionaban guerras para recl

ostro, me separo de ese alfa, sintiéndome aver

mano por mi cintura posesivamente —. Y que alguien venga por su auto, ella se irá conmigo—

i naturaleza es así y aunque trate de no serlo terminó siendo una presa fácil. Una sonrisa surca

mejilla. Sus ojos grisáceos logran hacer que me pierda en ellos, sus labios se ven comestibles y deliciosos, mis hor

e me mantenía oculta, él era el primer ho

está

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