cada tarde me pe
les y l
movimientos, sonreía y el aire fresco rozaba mi piel. Por un momento mis labios fo
staba
mi rostro para observarla. Ella yacía frente a mí de pi
osteniendo entre sus manos una bandeja plateada. Rev
ro y sabía que pronto
ro de este palacio. Y ya sabes tu padre esta emocionado c
de observarla para capt
abiertas, según la fría voz de mi padre si alguien me veía los rumores sobre m
n esta alcoba y el silencio un temeroso tormento. Pero con pala
o la vergüenza será parte mi vida eternamente —yo aquella tarde asentí nerviosa, no espero ningu
itarse preguntas y seguir con la duda. Aunque son pocas personas que cues
que algún día sentiré el sol sobre mi piel, la brisa mover mis cabellos, las aves vo
siento a mi lado y su mano izquierda fue dejando suaves car
lía acumulándose en
de ser una prisionera —era el anhelo que se quedaba en mi corazó
antas veces intento contagiarme de aquella felic
si no soy libre,
edo hablar con tus hermanas... —
elices. Ellas no d
pudo asenti
os el pincel rojizo y la guie por las hojas blancas trazando tal vez el cielo o un misterio a
uel cántico que sur
a susodicha posó sus bellos
sobre la mesa el libro que s
rar nuevamente los trazos azulinos sobre la hoja. Mis labios
voz susurrar suavemente aquel cántico y
no y satisfactorio, aunque había algo en aquella
ente posando mis ojos
eran suaves y lentos. Cubrió por completo la vista de las
que yo viera con tristeza aquel objeto que cubría el paisaje de
ndido en la
? Por favor —ella asintió seg
mí. Salió de la alcoba no sin antes mirar fijame
ra alguien que no podía ocultar su alegr
ensa cama, su completa atención estaba dirigida a mí y sabía que
ue hiciera algo para usted —
ndil blanco saco un sobre de color verdoso, el sello real se posaba ahí
a lo acerco delicadamente hast
mis labios temblando y un nu
rte de mi hermana y yo me escondía en la vergüenza al saber q
y en todas ella siempre s
ahora escribía
aroma conocido se impregnaba en las hojas. Solo pude, bajo la atenta mirada de Mac
s ojos captaron la bella letra de Guada
S
s miedo de tus propios sueños o solo sea la mi
edo, miedo porque t
e nuestro padre sea tan cruel contigo y tus
eso cambiara y yo me
rometo sacarte de aquel l
ni dejes que nuestro
sa especial, traerías felicidad en los momento
o her
lupe
cio con un extraño presentimie