bañando el lienzo que Elena aún no había terminado. La restaur

las palabras que se quedaron suspendidas entre ambos. ¿Y si lo cambia todo?, había dicho él. Pero el mi

quí para volver a caer

o

e estaba ante ella, con los colores aguados por el t

sin miedo. Cuando la pintura no era solo su refugio, sino su lenguaje, su forma de entender

años

a en la mano, mirando el lienzo que había comenzado en su estudio. Ale

ola con la intensidad que siempre la hab

dejar ir. Cuando él hablaba así, con tanta seguridad, con esa mirada que parecía ver más allá de la

lejaste -dijo él, rompiendo

nfesarle lo que había descubierto. Quería decirle que todo lo que habían construido j

lejandro. Tú... no sabes lo que es cargar con

e. La tristeza era

uería esta

la atravesó por completo, y por un momento,

que no quería derramar más de lo que ya había hecho. Pero el regreso

scando algo que hacer, cualquier cosa que la distra

idad para recuperar

a para caer de nu

estaba allí, con la mirada fija en ella, pero algo había cambiado. No era la misma int

ando, midiendo la distancia entre ellos, algo que

no dichas, de los silencios incómodos que llenaban cada rincón entre ellos

andro? -preguntó, s

vo. Ese paso que la había despojado de su voluntad tantas veces. Pero se detuv

ente, con un tono más suave, más cansado-.

ensidad que solo él había

un hoyo en el que estaba metida. Y porque este cuadro, Alej

ro de si creía sus palabras, pero algo en su expresión le decí

te. Pero no sé si me has olvidado o si, de alguna for

endo que el aire se hacía más

aquí porque esto es lo único que sé hacer. Y porque si me qu

cercándose lo suficiente para que Elena pudiera senti

e sigas huyendo.

tampoco perdida. Que lo que había entre ellos nunca se cerró realmente. Había quedad

do no p

tan diferente, pero al mismo tiempo, tan familiar. Todo lo que había guardado

eleas, las promesas que nunca fueron dichas, tod

flotando entre ellos, como una

é había

lo restauraba. No era solo pintura. Era la evidencia de un amor que había sido hermoso, pero que también había dejado ci

mbral, esta vez con un cambio en su

me dejas, si no te vas, si no si

miró y

edo quedarme

podamos encontrar una fo

e de nuevo, pero había algo diferente. A