esperando que el tiempo a solas con ella le ayudara a aclarar sus sentimientos. Sin embargo, la última vez que la había visto, su corazón había estado roto al e
cercándose. Ella entró, sonriente, como siempre, pero su alegría contrastaba con el nudo en el
-preguntó Bianca, asomándose por
tratando de sonar despreocupado, pero su
momento, notando la
... diferente hoy -dijo, fr
ente pensaba. ¿Cómo podría decirle que estaba molesto por verla con otro hombre? Que
ajando mucho últimamente -respondió, intentan
m no estaba dispuesto a dar. Se sintió un poco culpable por no ser completamente honest
ligera sonrisa, tratando de aliviar la tensión en el aire-.
Luz, una compañera de trabajo que había expresado interés en él. Había aceptado, no porque realmente estuviera interesado, sin
? -preguntó Liam, inten
ice algo de ejercicio. Me gusta mantenerme activa -respondió
re tenso entre ellos. Liam luchaba contra la sensación de que estaba perdiendo algo importante, y eso lo molestaba aún más.
lencio-. Me parece que algo te molesta. Si qui
se sintiera aún más incómodo. Quería abri
de normalidad, pero sabía que no po
dijo, intentando convencer ta
upada no pasó desapercibida, y cuando abrió la boca p
ian
los brazos abiertos. La alegría en su rostro iluminó instantáneamente
preguntó Bianca, llenándose de
con fuerza. Luego, miró hacia su padr
ose hacia Liam-. ¡Papá y yo a
ió una mirada inquisitiva hacia Liam, que se mantenía in
qué pensaba Liam. Pero él se limitó a encoger los ho
darme? -preguntó Bianca, m
ros, y su voz, casi in
ue estabas c
en el aire, y la mirada de Bianca
o, con un tono de incredulid
ó las manos con una toalla y, antes de que Bianca pudie
que ir. Ven
nte a Leo, quien lo miraba con confusión. Sin mirar atrás, salió del
erró tras Liam, Bianca sin
preguntó Leo, mirándola
ndo de ocultar su propia confusión-. A vec
ando en su mente. Sabía que Liam estaba molesto, que algo en su encuentro casual la no
ía sido solo un amigo con el que se encontró en la heladería, alguien con quien no tenía nada román
aber aumentado en las últimas semanas. Las conversaciones entre ambos eran cada vez más personales, cargadas de esa energía nerviosa que hacía que desviaran la mirada cuan
el peso de ese abrazo de la otra noche, la calidez que lo envolvía cuando él confesó lo difícil que era criar a Leo solo. Sus s
Él llevaba una carga emocional y una responsabilidad que ella admiraba, pero también t
su teléfono y escribió un mensaje a Liam, pero se quedó mirando la pantalla, incap
aclarar lo que pasó anoche. No quiero
dejó el teléfono a un lado. Se quedó en sile