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Historia

Capítulo 2 Dos

Palabras:2817    |    Actualizado en: 16/04/2021

ÍTU

pio jugo y el ruido del agua correr de la canilla me hizo poner en estado de alerta. Mis manos entumecidas

mencé a escuchar extraños pasos por la

guien en

sino serial. Tomé un paraguas cerrado que estaba en la esquina de mi habitación. Mis

amanecido y no me tomé la mol

y la muy hija de perra me delató por la falta de aceite en los tornillos de la misma, soltan

sartén. Tenía una sudadera con capucha oscura apretada a su cuerpo, haciendo que sus músculos se aferraran

podría pelear contra

y qué haces en mi coc

golpe en la nuca. El hombre se dio la vu

a gran…er

o—soltó, levantando las manos en son de paz

ula que n

ta. Alto, cabello pelirrojo oscuro, y unos ojos color caramelo fascinante, que ten

rruinaste todo! —carraspeé, recordand

daba exactamente a la tuya ¿Qué suponías que hicier

mientras les daba vuelt

tás delgada, y cuando dormías te rugía el es

par de veces

a molestia de cocinar algo que no estaba en mi heladera y qu

e suicides y que yo cargue l

dir si voy a morir o no! No

de una forma tan brusca e inesperada qué ambos

aquel hombre que parecía estar cada vez más c

lcularlo co

¡No! Al ver qué la cerradura se encontraba destroz

de las lágrimas—No tengo dinero para reparar

que tenía en aquel m

se está por suicidar ¿puedo detenerla? —pone los ojos en blanco mientras servía de

ntiendo que aquella batalla la había ganado el hambre, me senté de mala manera en la silla, mientras aquel desconocido se enc

levándose el vaso del jugo de naranj

ma

l, genial. Más personas para que aquel ent

arde o temprano se marcharía de la ca

un nombre como el

una chica desearía escuchar en

entario positivo. Le daba interés a algo ordinar

arme todo lo que él había hecho por una

anta un gemido tan intenso que el hombre levantó la mirada con los

sintiendo como mis mejil

untó, entre sorprendido y a la vez con un

o. No es a

a de papel sobre la mesa y fro

ntiendo por qué estás tan delgada, tus brazos es

preguntándome a mí misma por qué él seguía en la casa—. Al menos dime tu nombre. Interrumpes

mientras se limpiaba las migas d

Un gusto haberte s

de esperar a ser estrechada. Le correspon

edí ser

cerrado la

isc

mar la atención de los vecinos

te que se me ha e

u lógica. Debía admitir q

querías

azo de tocino. No espera

a respon

tenerte vigilada para que no vuelvas a atentar cont

desayuno en silencio y llevé los trastes al lavadero mientras a

bo, me crucé de brazos

a—soltó, con aire distraído y sin m

eo que la poli

ersonas que sean especialistas

bas de que eso

ueba suficiente. —contratacó, s

ro, pensando qué hacer con ese tal James que había

o de jugo antes de llevar los trastes sucios al lavabo.

ia a la cual llamar en caso de q

e te preocupes por

nformación perso

cesitas. Perdón, quise decir, necesitas de alguien y creo que

qué fue el destino o a

y lo que vi ayer fue la

omo si intentara de descifrar q

has salid

e y se mordió el

ónde saliste,

e atentara contra mi vida. Apenas me dirigía la palabra, ya que la mayoría de las veces tenía el celular pegado a la oreja, hablando con alguien sobre negocios y futuras inversiones.

e dar órdenes a otras personas.

James merodeaba por la casa, parloteando con otra persona detrás del celular. No sabía por qué segu

a puerta y le p

or un par de toallas para ti y ropa para cuand

ue esto no es nece

seas negadora con

jor si te march

ltado. Fue directo hacia la única cajonera que tenía en la habitación y comenzó a revisar

no toqu

y le saqué de un tirón la prenda,

e visto la misma braga a una chica con la que me acosté ha

de las bragas que van pasando por tu vid

interesante d

ntrar a mi casa a u

etendo acosar a u

vo asu

cogió la ropa que creyó adecuada que usara. Ropa cómoda gracias a

estará esperando con ansias. Mis manos son tan mágicas que te sorpr

jabonarme el cuerpo con gran pesar. Seguía teniendo un enorme malestar en el

n días cuando decidan ver qué ocurre que no he salido del apartamento y por qué hay un olor a putr

persona cuya intención era ayudarme. No sabía exactamente qué ocurriría si él s

s, atraje mis piernas hacia ellos y me abracé la

to. Si lo hacía, estaba sentenciada al frac

odo marc

me sobresaltó, dándome cuenta de que ya

lgo. No te

para mí. Me miré al espejo, tratando de entender qué haría con mi vida si no tenía trabajo, estabi

rubio que parecía tener canas, un par de veces me había dado el gusto de poder oscurecerlo para no parec

era estar mu

remera de tiras en los hombros oscura, tratando de e

lo y las palabras “todo estará bien”, vinieron a mi mente

orneada con papas rebajadas y fritas,

ue lo primero que le pregunté al ver lo que había preparado

ertos a cada costado de los platos

todo lo que sea necesario. No pretendo que me devuelv

una cita?

a sobre la mesa mientras me sentaba, obse

a tanto le echaba un breve vistazo y lo encontraba mirándome, per

ienes? —me atrev

inta

ojos, sor

es más

tás buscando algo significado para seguir viviendo. A veces, jugar a ser una persona fuerte ya no resu

inuev

os números mencionados. Él me miró como si

n pequeña —se remueve e

d, no soy pequeña

ado. Siento mucho si te estoy incomodando estando

a. Él se llevó la sorpresa de aquel contacto

ta sinceridad que se me quebró la voz. Retiré mi mano y me llevé la comida a la

olviendo a tomar sus cubier

ba de un mensaje de texto. Se toma su momento e

uiera darme una explicación

te para que seas sólo por est

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