smo, una pesadilla recurre
egada a los huesos y la mirada perdida
speridad, ahora solo sabía
s, justo después de que yo, tontamente, cediera mi
ra estudiar
da dif
rque él me lo pidió, "ella lo necesi
su amor, en sus
o, consumiéndome en la pobreza y el olvido hasta morir
razón latiéndome con la fuer
equeño pueblo cafetero, casada con Carlos He
ta de aceptación para la beca-programa del gobierno departa
u rostro usualmente jovial, ahor
quería algo. "Estaba pensando... Lucía realmente necesita
Era el sueño, repit
o, la Isabela que murió en la mise
mente reflejando la dure
Car
prendido. Nunca
da incluso para mí. "Si quieres, puedes cederle
o de Carlos se transfor
tan egoísta? Lucía está sola
detrás de él, puso cara de mártir, los
tiene razón, es su oportunidad.
manipulación, me fu
es más considerada que
por Lucía, quien me dedicó una mirada rá
n helada. Tomé la carta de ac
de Don Rafael Gómez, el func
s. Vengo a confirmar mi
ente decisión, Isabela.
dome, "quisiera saber si usted podría fac
sa, pero asintió comprensivo.
l pueblo. Los truenos retumbaban como
arlos. No
llamar
u voz irritada. "¿Qué pas
go miedo, la
me interrumpió. "Estoy en su casa, asegurándome de
el cielo, sintiendo cómo la amargura
sol brillaba como s
había dorm
la camioneta de la cooperativa. Lucía iba a su l
do una nube de polvo. Iban a
ldas los murmullos de las vecinas. "P
era vez en mucho tiempo, no me