ja como una helada en primav
íder del cartel más temido, que
nfinado a una silla de ruedas y con los días contados. Siete mujer
a la hija de Don Rica
a sentencia de muerte, y los federales ya habían anunciado
. Mi prometido, Javier de la Vega, llegó con el rostro p
que casarnos
un susurro
otros. Si estás casada conmigo,
er, mi amigo de la infancia, el hombre con el que se suponía q
cepté s
, las palabras apresuradas, nuestras manos unidas. Después,
os. Por nue
amiliar recorrer mi garganta
lejado de la finca. La puerta estaba cerrada con
Ricardo, y Javier entraron. Sus rostros ya no mos
que escucharnos,"
iz no te e
desprovista de toda la calide
ió a
a Sofía. La hija ilegítima que mi padre tra
stino," continuó mi padre, sin mirarme a los o
robó el aliento. Querían que yo, usando el n
iempo. "Le dirás que ya no eres virgen. Su código de honor le impedirá acepta
escapó de m
ogré preguntar,
mueca horrible en
nmigo. Heredará todo. Y tú... bueno, si te po
n, arrasando todo lo que creía conocer. Mi padre