gritaba el nombre de Isabella, pero nadie
y la cercanía al agua, me miró
la amas!", gritó, intentando usar la
. Su rostro, pálido por el miedo, mostró un d
s también record
s miré con una
cucharan. "Pero tú, Mateo, eres famoso en toda la región por ser el campeón de
rgüenza y rabia. Los murmullos comenz
sobre él, no tuvo más remedio. Maldi
a Isabella y la arrastró hacia la orilla. Justo cuando llegaban, una rama af
vez de Mateo. El "héroe"
equeña casa que compartía con mi ma
la puerta se
stido de fiesta arruinado, pero sus ojos ardían con u
mí. "¿Por tu culpa, Mateo está herido! ¡Su
Un precio que yo ya no estaba dispuesto a pagar"
ó, perdiendo toda la compostura. "¡Siempre fuiste
han cambiad
madre y yo nos vamos de
odía perderme, no todavía. Su plan dep
plata que colgaba de mi cuello, un regalo de mi padre antes de morir.uño. "Lo usaré para rezar por la recuperación de
érdida, sino con una fría determ
a todos los santos que cono