entró, sonriendo, con esa confianza que siempre me había
asa. ¿Qué tal el dí
arme, pero me apar
Estás bien? E
se sentía como el de un extraño. El olor de su colonia, m
ofía. Lo reconocí d
oro, y vomité la cena que apenas había probado. Vomité la bilis amarga de la t
asos det
curre? ¿Has comido
cupación, solo empeoró las cosa
en el lavabo. Mi reflejo en el espejo era el de una
ás de mí, su i
da", dijo con un tono
arazada? ¿De él? ¿Ahora? La posibilidad era tan horri
erías", susurr
an malo. Un pequeño arquit
r la espalda, pero m
e toq
ía. Me miró, confundido, una sombra de
é a comprar una prueba de embarazo,
labras. La repulsión era tan intensa que tuve que volver a incli