uién

pareciera que el ardor en su marca respondía a esta persona, era la primera vez que esta incrementa el cal

, pero esta persona que se encontraba frente suyo no demostraba intenciones de iniciar una pelea ni siq

tentando dar un paso pero vuelve a su lugar, sintiendo como latidos el a

n creo conocerte. - Responde Elías dando otro paso atr

nombre inte

llos no podían ver ni oír es que Gab estaba luchando contra el ángel que estaba a un lado de Matías, la pelea era a muerte, sus espadas rechinaban en el mu

regunta Elías sin apartar la v

mi madre... - Responde con

ayuda para las leccio

isa, quería averiguar todo sobre Elías, y la mejor manera de hacerlo era

en sus ojos y marca. Pero ambos no apartaban la vista de la otra persona. Quedaron en silencio un momento sin pestañear, pareciera como si estuvieran concursan

, sé que nunca te había visto pero algo dentro mío me dice que tienes algunas

ontinuar su camino, dejando a Matías con la resp

i vida, incluso recordando todo lo que

* * * *

entre Gab y el otr

odio mientras intentaba golpe

su cuerpo logrando que de las manos de este ángel cayera su espada, antes de que pudiera volver a pronu

, debes cumplir tu misión - Pronuncia Gab

on esos colores y que fueran tan hechizantes, partiendo de sus ojos, Elías fue recordando cada parte de su rostro, su piel tenía un brillo especial, pareciera como si se hubiera bronceado de forma tan equilibrada que no había diferencia en ninguna parte de su cuerpo, sus cejas eran gruesas y bien alineadas como los pastizales del campo que son gu

estar al tanto de todo lo que le sucedía, pero el día de hoy Elías no se detuvo para conversar con ella, se dirigió directamente a su habitación solo

guiéndolo hasta su dormitorio pero est

a, ¿Qué fue lo que paso

una ducha - Responde Elías desde el interior de su dormitori

mis ojos duelan y cambien de color?, mi marca... duele, ¿por qué nací con

* * * *

a lista! - Grita Isa

color café y su semblante sea normal. Bajando por las escaleras lle

a para ayudarte? - Pregunta Elí

rte, pero ¿ya te sientes mejor? - Pregunta su tía mirand

, pero después de la ducha y descans

lo cosas de estudio? Sabes que puedes contarm

jor comamos que se

vo sus ojos arder. Pero su tía no estaba muy contenta con la respuesta, sabía que algo estaba sucediendo, Elías nunca se había comporta

s se llevaba una cucharada de una rica sopa de fideos que había preparado, mientras tenía la mira puest