uesto. Estaba sentada en una silla de plástico, con las piernas cruzadas, mirando su celular con aburrimiento. En la cama de la habitac

res años casada. Un extraño que, después del accidente de coche que le borró la mem

stro surcado por la angustia. Era Elena, la madre de Marco, su suegra. S

a voz de Elena era un susurro t

de su teléfono, arqueand

o se pasó de copas en una fiesta, eso es todo. Los

ú lo arrastraste a esa fiesta para que le hiciera de guarda

e pie, su expres

ego con un simple negocio, ¿para qué sirve este vividor? Sie

ó, con el rostro descompuesto por el dolor. Sacó un papel doblado de su bo

El médico me lo advirtió, me dijo que no podía consumir alcohol en

miró por encima y soltó

eal. Seguro que también usó trucos sucios c

lo tiró a la papel

e había intentado mantener se hizo añicos y cayó de rodill

on los médicos, autoriza lo que sea necesario. Te

ó compasión en Ximena, sino una rabia

acer estas payasadas! ¡

rtante, llena

ra de que me están engañando! Si fuera así, ¿cómo es que no recuerdo tener ni

. Dos hombres corpulentos entraron en la habitación, tomaron a Elena

gritaba Elena mientras se la

arregló el vestido, molesta. Pensó para sí misma que su actuación de amnesia era cada vez más convincente. Cu

se estaba despidiendo de ella para siempre. Y el