ciudad. Aparca y nos acercamos a la puerta donde pasamos un poco apretujadas por toda la gente que hay. Nada más entrar vemos el ring en el cent
ma de una tarima donde la gente le alza los billetes. Lilian me coge del bra
ulce no sé que es. Me bebo el resto de un trago ya que está muy bueno. Pido otro y l
ar eufóricos. El señor que estaba en las apuestas se encuentra encima del ring con micro en mano. Todo el mundo se va acerca
rapado al uno y ojos marrones.- Y EN SEGUNDO LUGAR PERO NO MENOS IMPORTANTE TENEMOS A UN CAMPEÓN CON VEINTE PELEAS GANADAS Y ZERO PERDIDAS, EL DIABLO CAMPBELL!- esta vez son muy pocos los que le abuchean y casi todo el mundo le anima. En cuanto lo veo subir al ring dejándose ver a todos ruedo los ojos, enserio
da con la izquierda en el estómago dejándole doblado. Se recompone un poco e intenta atacar de nuevo pero deja libre su cara y Campbell lo aprovecha para darle un gancho muy fuerte tirándole al suelo, cuando se intenta levantar le da una patada dejándole inconsciente. El presentador entra en el ring y alz
y me la llevo a la pista improvisada de baile. A los minutos siento unas manos en mi cintura por lo que me giro y veo a un chico de unos treinta años, frunzo el ceño y aparto sus manos de mi pero me coge del pelo y me acerca a el a la fuerza, me besa el cuello y lo que siento es repugnancia
ca y los puños apretados
frustrada haciendo que el cue
responde
te- digo enfadada. El sonríe aún más como si le gus
puchero falso hacien
. Una vez fuera me sigue arrastrando por el brazo y me sube al coche. Vemos salir al pelinegro enojado de la fábrica y mirando a toda
ana burlona y el empieza a correr pero no