Instalar App
Historia

Capítulo 4

Palabras:709    |    Actualizado en: 19/08/2025

édicos y el pitido de las máqu

do llevada a toda prisa por

ces, apagada

de costillas... necesita

o, hablando

n susurro suave e in

e es el regalo más romántico. Un hombre dándole a una mujer un pedazo

teatra

ía pedir algo tan precioso, es

heló. Sabía

ntiago, una respuesta baja y a

urlona-. Nunca querría que te hicieras daño por mí

u voz espesa con una emoción que me dio gana

lpearon más fuerte

do después de caerme de la bicicleta y rasparme la rodilla. Me había llevado en brazos

l de los tres. E

había

olo un reemplazo hasta que alguien m

sus elogios. Recordé tolerar las crueldades mezquinas de Ximena, sus const

grimas se deslizaron por las comisuras d

no podía adormecer el dolor. No el dolor f

ago de nuevo, ahor

as de sus costi

la Torre. En s

una p

o, desprovista de toda c

uele

sonó sor

la Torre? N

ostillas rotas -declaró Santiago rotundamente-. Se l

! Los huesos sanarán por sí solos. No hay ninguna

te asunto. Hará lo que le digo, o me encargaré personalmente de que este hospital pier

silencio

señor De

ulce y venenosa d

Pero... ¿y si Sofía se en

antiago-. Me aseguraré de ello. E

da pa

alabras que me de

a. Tomaría un pedazo de mi cuerpo, un pedazo de mi dolor,

l brazo a los doce años, me sostuvo la mano todo el tiempo en el hosp

men

a el corazón como si estuviera s

cuerpo estaba demasiado pesado, mi

completamente negro fue el aire frío y estéril del q

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY