rica brotando de mi pecho. El sonido era áspero y feo. "D

ón más cercano, una pieza ridículamente cara que Griselda nos h

nombre grabado pero mi genio detrás de ellos. Los barrí de la repisa de la chimenea, su estrue

s de miedo. Nunca me habían visto así. Solo habían

a, corriendo hacia adelante con

do a Brenda detrás de él. Me miró con puro

pe físico. Un berrinche. Descartó mi dolor, mi

ado por una calma glacial. La locura retrocedió, de

io habitual. Realmente creía que después de esto, yo barrería dócilm

te me di la vuelta y caminé en

ió Brenda, su voz goteando falsa simpatía. Sabí

de un entorno simple, ¿sabes? No aprecia las cosas buenas". Su mirada sigu

aciencia. "Esta noche está arrui

cosas y se dirigieron a la puerta,

rge se detuvo y grit

d. Tu deber es aguantar. Sin nosotros, no eres

no era nada sin ellos. Durante ocho años, había vertido cada gramo de mi talento, mi energía, mi vid

un hogar. Era un escenario para una act

del amor había muer

servé cómo los rostros sonrientes de nuestro pasado se curvaban y se convertían en cenizas. Luego en

era mío. Mi ropa, mis libros personales y mi portafolio de dise

vié un mensaje de texto a la única persona que Santiago temía y r

Necesito un lugar donde quedarme y estoy bus

asi al instante. Un

enthouse es tuya. Estoy abriendo una botell

a de Dom Pérignon enfriándo

reclutarme durante años, diciéndome que sabía que yo era el verdadero talento det

l dinero. Era demostrarle a Santiago, a su familia y al m

ría verlos darse cuenta de que la "nada" que habían

s risas resonando en el vestíbulo. Esper

n los escombros, ahor

, su voz llena de indignaci

himenea, la forma distintiva de un marco de fotos aún visible. Su rostro se puso páli

por mi culpa", dijo Bre

Santiago automáticamente, con

y entró en su est

estás?", exigió, su voz u