img Atracción fatal: enamorarse del objetivo  /  Capítulo 2 Grietas en la armadura | 3.17%
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Historia

Capítulo 2 Grietas en la armadura

Palabras:1911    |    Actualizado en: 11/09/2025

me a Dylan en varias ocasiones, pero su actitud distante

ia distinta: ganarme la confianza de su secretaria, Rachael Diaz. Gracias a ella, conseguí que me asi

un fajo de documentos, el semblante de Dylan se ens

lma: "Rachael está ocupada, así que la

cia la carpeta y con un gesto me i

ecta y continué hablando. "Señor Hew

a, respondió con apa

llaman señor Hewitt, me gustaría que tuviéramos un trato más pe

umentos y contestó con indi

s y pregunté con aparente naturalidad: "He notado que tien

mento y respondió: "

ibido, que no se detiene ante normas sociales ni opiniones ajenas. Sus protagonistas viven guiados únicamente por el

o. Nunca los he leído. Y no comparto su punto de vista. Yo valoro el autoc

a se engancharon en una de las esquinas. Al enderezarme, dos botones del escote se desprendieron. Uno de ellos rodó por el escritorio hasta detenerse justo al lado de la mano de Dylan. Sin embargo, fingí no darme cuenta y le o

n calma, sin ofr

ada en la suya y susurré: "Aspiro a satisfacerlo en todos los sentidos". Acaricié suavemente su mano

pálida piel había quedado parcialmente al descubierto. Me cuidé de mantener un aire de elegancia y no mostrar demasiado,

n la mirada al ver a una mujer hermosa, Dylan permaneció con

nto, pero no tengo tiem

ón y luego de una profunda tristeza. Lentamente, las lágrimas comenzaron a asomar a mis ojos. "Bueno. En ese caso,

neció impasible. Volvió a rechazarme, sin pie

ritorio y se puso a revisarlo. Sin siquier

egundos más, aceptando

s en esta profesión, era la primera vez que u

tarla. Me alisé el vestido y caminé hacia la puerta. Sin embargo, justo cua

una sorpresa. ¿Qué hombre podría resist

o miré con inocencia. "¿Es que ahor

ó: "¿Cuántos

ta, respondí con asombro:

en la flor de la

Dylan volvió a su t

ese momento, no había mostrado el más mínimo interés en mí, y mucho menos había considerado serle infiel a su esposa por mi presencia. En e

jefe salía de viaje, llevaba a su asistente personal para que se ocupara de las tareas menores. Sin embargo, Dylan ni siquiera consideró llevarme. Sentí que

a. Sin embargo, ella aplacó mi entusiasmo con una dosis de realismo

volante con la otra, la tranquilicé: "No te pr

a mejor de lo que pensaba. Tal vez de v

lgar, llegué a la

Al abrir la puerta, lo encontré conversando sobre la adquisición con un hombre

rsación, me miró y preg

nvitara a ver una película a medianoche. Era una insinuación que cualquier adulto entendería.

naturalidad: "Claro, aunque me

"En ese caso, no beba", respondió. "Solo

os discretamente, pero mantuve la compostur

ear suavemente contra la de Dylan. "Tengo entendido que L

do se arremolinara en su interior. "El tío de mi espos

por ver cómo piensa frenar sus

ntras observaba el vino en su

con las mujeres como en su habilidad para los negocios. La confianza era una cualidad deseable, pero cuando se convierte en arrogancia, la caída es inminente. Dylan se había

Dylan. Me observó bajo las luces del salón. "Señor Hewi

sa. "Es la asistente personal q

ue está muy satisfecho con s

eó con él, pensativo. "Es aceptab

hombre. "La mujer de mis sueños

adelante con curiosidad, ladeando la

en aprender mi nombre. No era por mala memoria -la tenía excelente para los negocio

o, respondí: "Sabrin

o de vino, dando p

asta las diez de la noche. Salimos d

l del copiloto. Una vez en el auto, él permaneció e

abría a dónde ir. Técnicamente, no era necesario que lo acompañara, pero reconocí qu

vistazos por el espejo retrovisor,

pertado en mí una mezcla d

or su habitual atuendo formal y su semblante serio. Sin embargo, esa noche era diferente. Llevaba una camisa color vino y un abrigo de cuero. Tenía varios botones desabrochados, dejando entrev

, pensaba en cómo podría a

cerrados, los abrió de golpe. Apagó el cigarrillo en el cen

presa que no la escuché bien. "

irada y repitió: "¿Le

nder, lo miré a los oj

rio. De repente, se inclinó hacia adelant

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Contenido

Capítulo 1 Una propuesta singular Capítulo 2 Grietas en la armadura Capítulo 3 Un Esposo Fiel Capítulo 4 El tío de Theresa Capítulo 5 Club Riverfront Capítulo 6 El farol
Capítulo 7 Un beso indirecto
Capítulo 8 Trampa de miel
Capítulo 9 El juego de la sirena
Capítulo 10 Una carta anónima
Capítulo 11 : Acorralada
Capítulo 12 : El amante de Theresa
Capítulo 13 El bando más fuerte
Capítulo 14 Una coqueta
Capítulo 15 : El poder de la ausencia
Capítulo 16 Visitas inesperadas
Capítulo 17 Un juego de riesgo
Capítulo 18 La llamada de Chandler
Capítulo 19 Un delicado equilibrio
Capítulo 20 Talento para la copa
Capítulo 21 Ahora eres mía
Capítulo 22 Una agente doble
Capítulo 23 Canario
Capítulo 24 Juegos de sombras
Capítulo 25 Una máscara
Capítulo 26 : El acuerdo
Capítulo 27 : Un ultimátum
Capítulo 28 La peor enemiga
Capítulo 29 El chivo expiatorio
Capítulo 30 Interrogatorio
Capítulo 31 El sonido delator
Capítulo 32 Jaque mate
Capítulo 33 El precio del corazón
Capítulo 34 La puja más alta
Capítulo 35 El precio del silencio
Capítulo 36 La pesadilla
Capítulo 37 Un intercambio despiadado
Capítulo 38 El precio de la audacia
Capítulo 39 : La prueba
Capítulo 40 Una invitación a la ópera
Capítulo 41 Una propuesta inesperada
Capítulo 42 Sombras en el umbral
Capítulo 43 Jaque mate
Capítulo 44 Mi peor pesadilla
Capítulo 45 : Una pésima jugadora
Capítulo 46 Veneno en los labios
Capítulo 47 Debilidad fingida
Capítulo 48 El video
Capítulo 49 : Atando cabos
Capítulo 50 Un pacto
Capítulo 51 El secuestro
Capítulo 52 Enigmas
Capítulo 53 Verdades amargas
Capítulo 54 Un juego de sombras
Capítulo 55 El vínculo
Capítulo 56 La confrontación
Capítulo 57 Fuego lento
Capítulo 58 : El pacto
Capítulo 59 Una llama del pasado
Capítulo 60 La trampa
Capítulo 61 El titiritero
Capítulo 62 La visita de Omar
Capítulo 63 La emboscada
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