vista de

ejero, diciendo que estaba manejando "asuntos familiares importantes en la Costa Oeste". No preguntó por mi brazo, mi salud, mi existencia. Yo era una idea de último momento, un problema que e

en mi piel. Pero la herida dentro de mí se infectó. La humillación púb

n de arte privada que Alejandro y yo habíamos curado juntos. Era una habitación secreta en una de las propiedades de la famili

. La abrí y la escena en el

aña en una mesa cercana. Ella llevaba una de sus camisas casuales, colgando de sus hombros. Hab

r a Aria a uno de los guardias de la g

n años. Entonces me vio, su sonrisa vaciló solo por un segundo. -Estar aquí con ella -dijo, s

do dramática, tropezó hacia atrás. Chocó contra un pesado escudo de bronce de la familia De la Vega que co

r el susto qu

o a mí, y vio a Aria, herida. Su rostro

abía convertido en la villana-. ¡Lo hiciste a propósito! ¿Tratando de hacerle daño? ¿De hacerle daño a mi hijo? -Su

mi lado, sus ojos llenos de un odio tan potente que me hiz

asillo cómo la metían de prisa en una habitación. El médico anunció que había

andro de inmediato, ar

r. -Alejandro, eso no es prudente. Dos unidad

re. Estaba haciendo una declaración pública de su devoción, un ext

ba en la silla. Se desmayó. Mientras las enfermeras corrían a ayudarlo, una so

ri

ba perdido. Su juicio como líder, su lealtad a su familia, sus vo

riptado vibró. Era un mensaje de un número

asaporte y documentos están preparados. Un jet privado te esp

egado el