avanzaba

la mansión Sinclair, descansaba un contrato q

as páginas, leyendo cada cláusula con el ceño fruncido. Dant

uró, su voz ahoga

permanecía sentada en un extremo del sofá, con los brazos cruzados

lo que

de Bianca sonó frág

o con un movimiento brusc

nemos

nca se levantó de golpe

golpeó la mesa con la palma de la man

retumbaron en

garganta. ¿Cómo podía ser ta

tos con desesperación-. ¿Lo leíste bien? No podré tener contacto con él, n

e cruzó d

no im

a miró i

mporta! Es el novio

r no t

no es

tuviera jamás

gitadamente. Su pecho subía y bajaba con rapi

r... -susurró-.

la mesa y le mostró la

s horas, la familia Sinclair perderá la única opor

tu papá a Prisión absoluta ¿Podrás vivir con la culpa

del mundo caer sobre

rza, como si así pudie

s jus

tono, pero su mirad

a vida es ju

po se a

45 minuto

do el contrato con las manos tembl

rlo? Si llegará a existir una posibilidad de estar cerca d

ía palabras de consuelo porq

dos helados y acercó el documen

azo, su libertad

nte llegó con un

e vestido blanco de seda que caía con suavidad sobre su delg

ces, llenos de risas y sueños comp

ombra de su hermana y la lógica de su padre que ella no merecía reconocimie

etrás de ella, ajustándole el ve

ca - La voz de E

o. -Pero su voz q

spiró con

drá de compadec

respirando hondo. No te

a si su hermana ya estaba enterada de lo que estaba pasando o

ho

de Bianca d

. No había damas de honor, no había un padre para entregarla, no había una c

ino hacia s

ba de pie, con la post

mo color y el reloj de lujo en su muñeca marcaban su niv

n abogado de la familia revisaba

n orden, señ

ta de la puerta. Sabía que Bianc

entrar, la eva

a ningún adorno romántico. No parecí

os hasta detenerse frente a él. N

voz de Dante fue fi

Sus dedos se sintieron fríos y

r. Las palabras del juramento

en la riqueza y en la pobreza,

esas promesas era real, porque había un

¿acepta a Dante Von

io se hiz

eraban su

aliento en una esquin

ya no tenía

epto. -

acepta a Bianca Sin

e no

ace

ez so

esar a l

que su cuerp

lugar de besarla en los labios,

ra, era un r

sa en papel,

os, Dante soltó su mano sin mirarla siquier

árgate de todo.

bra, dio media vuelt

escalofrío reco

rse con un homb

vida acabab

silencio cuando Bianca cruzó la puerta,

. Su sacrificio no

de la humillación y el desprecio de Dante Von Adler, Bia

ía escuchar de sus lab

clair la vio, su expre

de a

ionar, la bofetada la golpeó con

dor se extendió

leanor gritó

a apenas l

da comparado con el que acab

hock, buscando en él al hombre que la había cr

ya no existía de

n hombre lleno

anor, acercándose a su marido-.

miró con

el-. Lo único que hizo fue v

escalofrío reco

ap

rumpió con dureza-. Ya no te

de llegar a

r pali

es decir

ianca, y lo que vio en sus

novio de tu hermana, Bi

zó a sí misma, sintiendo que su mun

preferido la cárcel antes de cargar con una hija que se entreg

o miró co

que Bianca salv

enía ojos para Bianca, y

estás muer

que su estóm

por f

a de m

como una sente

que las pierna

señaló c

a cruzar esta puerta en tu vida mala

rodaron por

brazo de su esposo,

es hacer

apartó con

quieres, ve

dó inmóvil,

cio fue

ca entendió qu

la poca dignidad que le quedaba, y

de la mansión, supo q

rdido a

dido a su

letamente sola en un

s nada, que te vayas como un perro por

ctor. - Elean

uieres protegerla es mej

cido que eres - Eleanor alzó la voz entonces s

alas a su mala vida- Bianca lloraba desconsol

tas de tus palabras, Hector

, aunque Eleanor creo que tu en menos de dos horas ya

mos Bianca - Entonces Eleanor antepuso s

ellos observaban como Eleanor y

ón para odiarme

hija caminan por la calzada buscando llegar a una parada de taxi, mient

an en los oídos de Bianca, como un e

Su familia

o y la mirada firme, sacó s

ela,

de una mujer de tono cálido y p

qué sucede? ¿Por qué

leanor tembló, pero mantuvo l

o del teléfono fue cort

dulidad de Rafae

a. Bianca y yo no

ación antes de que Rafael

hora mismo y me exp

exhaló c

as, Ra

rme y protectora-. Soy la madrina de Bianca.

la llamada y m

tan pequeña e

su rostro pálido y su cu

a. Nos espe

intió en

en la fría noche londinense que estab

la imponente Mansión Portal, Bia

ación de sentirse culpable, todo parec

eron antes de que tocaran la puert

n elegante vestido de terciopelo azul y el cabello rubio pe

usurró Rafaela antes

primero, pero Bian

elante y sintió los brazos cálid

ogó en su propio llanto-.

s cayeron s

abandonada, porque

dre la había

la había

u vida no le

sostuvo con

mi amor.

e, sintiendo que todo el p

arició el cabe

s. Aquí nadie

era vez en horas, sintió que tenía un refu

estaba a salvo, su alm

na, sentado en su imponente escritorio de mader

respeto-, tengo noticias

mirada, su expres

ab

un sobre sobre l

hija de la casa. Bianca Sinclair ya no

ntamente, su mandíbula

nti

saliva. El ambien

s. La señora Von Adler y su madre han e

la oficina

ulminó con

un escalofrío reco

a voz de Dante fu

parpadeó, d

eñora Von Adle

escritorio, sus ojos oscur

lames así d

jó la mirada

ulpe,

tes. No le gustaba es