lo de mármol de la entrada. El cielo rugía con furia, como si presa

on Martin negro se detuvo con precisión en la entra

Dante Von Ad

aba con el viento, su traje perfectamente cortado se adhería a su figura esbelt

entuó la ferocidad de sus facciones. Ojos como el acero, m

tes de intentar detenerlo. Pero un so

u presencia lo decía todo: era un

ndo sus ojos se posaron en él, sintió que el air

dema

ado ap

ado do

do inti

ntó cómo Bianca sobrevivi

levarme a

vestíbulo, haciendo eco en las par

ba de salir de la

ontigo. Recuerda las clá

ella con un gesto calculador.

las decisiones los asuntos

da de Eleanor. La forma en la q

a como si fuera un objeto, además pod

ó una ceja,

de contrato o no, es mía y hoy ya no quiero te

silencio. Era fascinante ver a un hom

errador era qu

te con calma, pero la amena

apretó l

erecho a dec

derechos. T

resencia llenó la mansión

, Bianca me

un escalofrío

s un o

con una expr

lair. Usted sabe que, en este momento, n

ó a Eleanor

, no complique

. No quería hacerlo, pero

unque no quería que Bianca sufriera más, pero en contra de Dante Vo

n pesados, mientras avanzaba por aquella escalera, pensó que mejor hubiera dejado a He

ción de Bianca, la encontró sentada

am

pió al ver la expresión

.. él es

r sintió que el

uié

zón ya sabía

an

le cayó a

l pánico se apoderaba de su cuer

ró los ojos

está aquí y quiere verte

el mundo se desplo

dar. Su esposo estaba aquí, porque no podía decir su cuñado, p

tro ante aquel pensamient

pued

or la tomó

... tienes qu

on de lágrimas, pero su madr

ue dio fue

onido de su respiración temblor

llí. Alto, imp

madrina con una ca

encia, sus ojos se alzaron y

que su cuerpo

taba obs

cualquie

epredador que

ó sa

o le recorri

ta fuerza que creyó que

brillaban con al

am

fue un

e el pánico la g

o

que

pod

pies no s

lla. Un solo paso, y su m

sto más dif

e estr

de pura superioridad,

e que veng

e sintió

Muy a su pesar, Bianca Sinclair debía de

azo posteriormente miró nuevamente a Dante, mientras que Elea

ncio, con los brazos rodeando su propio cuerpo en un intento inútil de encontrar consuelo. La humedad de su cabello caía sobre su

etera. Su porte imponente no se veía afectado por nada, ni siquiera por el clima hostil. De repente, sin apartar l

funda y autoritaria

o primero que vio fue su nombre escrito en letras firmes y elegantes: Bianca Von Adler Si

a pasar las páginas. Su biografía estaba escrit

Bianca

d: 2

ar de tecnología (

s, interés por la actuación y la medicina veterina

ohibida de asistir a la unive

acceso a la fortuna de los Sinclair, depend

ada palabra en ese informe era una cruel confirmación de

había cambiado su postura rígida ni su expresión impasi

que decirme

No entendía por qué le preguntaba eso. ¿Esperaba que defendier

-susurró co

de que salieron de la Mansión Portal. Su mirada azu

. O estudiar medicina. -Su voz era cortante-. ¿Qué c

r, pero se negó a derrumbarse ante él. Bajó la vista a su

tudiar... -su voz se quebró-. Dijo que

fó con d

s con una burla ácida-. Pero a tu

, la hermana que Dante mencionaba era su propia novia, o...

favorita. Yo... solo e

nte desvió la mirada al frente, sus

auxiliar d

ea... Quería aprender algo que me p

una risa seca, si

gen

ridiculizada. Pero cuando levantó la mirada, no encontró bur

te prohibi

egó con

ue era un pasatiempo tonto, que una Sincla

ó. Y por primera vez desde que lo conocía, Bian

rancaron cualquier posibilid

Bianca sintió un escalofrío al escuch

uenta de hasta qué punto su padre la había reducido

as palabras de Dante fuero

y desvió la mirada. No

tra vez. Solo el sonido de la lluvia

rtaba realmente lo que le había pasado? No, no podía ser. Él e

a que su reacción era má

r en una respuesta, Dante

lair. A partir de ahora

n se detenía. Su realidad a

algo bueno... o si acababa de e