Vázque

demasiado rápido resonó en el interior del Mayb

con más cuidado? ¡Estoy embarazada!" Su voz er

imos días. El silencio de Magalí. Ella se había ido. No había vuelto a la mans

mi brazo. "Siempre pensando en el trabajo, los negocios. Pero ahora somos

golpeó de nuevo. ¿Y si no era indigestión? ¿Y si...? No. Imposible. Berenice estaba embarazada. El médico lo había dicho

a idea de un hijo?" Berenice pregun

dad era que no sentía nada. Solo una sensación de vacío. Y

oral". Ella me besó, sus labios insistentes. "No te

in rumbo fijo, las calles de la Ciudad de México desiertas. Mi mente regresaba a

El escritorio estaba despejado, excepto por una n

la constructora. Eran papeles legales. El encabe

bre. Su nombre. Y luego, mi firma. La había reconocido al instante. La firma

Me había

de una realización brutal. Ella me había dejado. Y

afiladas se clavaron en mi palma, pero no sentí e

rse "para apoyarme", entró en el estud

rando los suyos. Tenía una son

o?" Mi voz e

la atención. Probablemente lo hizo solo por despecho. Para hacerte sufrir." Se acercó, in

ice con fuerza. Ella tropezó, cayendo al suelo,

grité, mi voz resonando en la

r de mi auto rugiendo de nuevo. Tenía

an con extrañeza. Yo, Marco Vázquez, el hombre que controlaba miles de vidas, ahora estaba perdi

tauración?" le pregunté a un guard

El señorito Vázquez, ¿no? Su esp

de?" l

sé. Dijo que a un sitio mejor.

estaba entreabierta. Entré. Vacío. Los estantes, antes llenos de sus libros y maq

n pequeño escritorio.

uncia. Formal. Profesional. Sin una sola palabra personal. Sin un rastro de emoc

había ira, no había dolor. Solo un vacío abrumador. Me h

lor escapó de mi garganta. Go

entró, alarmado por el ruido. Me mir

xigí, agarrándolo por el b

te, temblando. "Solo sé que se f

yecto que me había permitido firmar su libertad. Un