Instalar App
Historia

Capítulo 3

Palabras:1444    |    Actualizado en: 18/12/2025

ista de Ha

oso caleidoscopio de traición y rabia. La grabación seguía sonando, las súplicas desesperadas de Casi, las seguridades escalofriantemente tranqui

ann

Alejandro. Estaba en la puerta, sus ojos entrecerrados, esc

uido? ¿Qué está

a en mi mano, el audio aún sonando suave

o de pura furia y dolor. Simplemente lo miré, mis ojos

mi rostro. Su fachada controlada vaciló por una fracci

susurrar: "¿Es ve

áspera, ape

ación...

corazón, ya destrozado, se astilló aún más, cada afilado fragmento clavándose más profundamente en mi

ando su encanto practicado, aunq

rtunado. Un malentendido. Kael era joven, imprudente. Casi est

cia mí, su man

situación complicada, y la mane

e Gracia, sus pesadillas interminables, su juventud perdida, ¿un mero malentendido? ¿Y se atrevía a afirmar que

palabras rasgando mi garganta. "¡La destruyó! ¡Y

retirand

. traumatizarla. Y fue Casi quien necesitó mi ayuda. Estaba histérica. El futuro de su her

se endu

ada. Una cosa frágil. Habría te

hombre que había prometido proteger a Gracia, estaba aquí, defendiendo a su agresor. Estaba des

a Gracia a casa, rota e insensible. Alejandro me había abrazado, sus brazos una jaula reconfortante. "Haré que paguen, Hanna",

vación, que arreglaría lo que estaba roto. Le había confiado la parte más precios

con el rostro surcado de lágrimas, el cabello despeinado, irrumpió en el vestuario. I

bles mentiras sobre mí en línea! ¡Y sobre

u rostro en su pecho, sus sol

Porque me diste el premio!

, enrojecidos y ven

qué publicarías un video tan cruel y fabri

, gritándole a Casi, palabras que nunca había pronunciado, acusaciones que nunca había hecho. Estab

con las lágrimas de Casi, se convirtió en pie

?", exigió, su voz u

ije, mi voz apenas un gr

un chasquido agudo resonando en la habitación silenciosa. Mis oídos zumbaron. El dolor, aunque punzante, no era nada comparado con la conmo

rebajarte a tales niveles? ¿No te das cuenta de lo que has hecho? ¡Has atacado

Gracia? Gracia era solo un daño colateral, un simple peón en su retorcido juego. El contraste era tan marcado, tan obsceno, qu

decir finalmente, mi voz teñida de un ac

de divorcio firmada y se la arrojé. Revolo

stallando como abejas enojadas. El rostro de Alejandro era una máscara de

odio. "¿Crees que puedes alejarte de mí tan fácilmente? ¿Crees que puedes sobrevivir

los papeles de nuevo al suelo, luego tomó la mano de Casi, atrayéndola protectoramente a su lado.

as actuaciones programadas, todos los papeles, todas las posici

sional. Los susurros a mi alrededor se convirtieron en jadeos. "Está acabada". "Alejandro se aseg

staría suplicando su misericordia, humillada y rota. Pensó que podía romperme.

ado. Ya me había ca

a empacar mis pertenencias, los pocos artículos personales que no estaban atados a los lujosos regalos de Alejandro. Mis v

a a Gracia de esa instalación, de su control. Desapareceríamos. Em

baile, mi teléfono sonó de nuevo. Esta vez, era

garganta, un pavor f

espondí, mi

istrador era cor

. Ella... ella se ha ido. No pode

o. Gracia. Desaparecida. El teléfono se me resbaló de

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY