entes tacones rojo rubí de Christian Louboutin colocados pulcramente junto a los ca

alagosa en el rostro. Sus ojos, sin embargo, tenían un

uviera sorprendida-. Beto y Mateo están jugando en su cuarto. Mate

a, resonaba desde el cuarto de Beto. Era otra invasión, ot

elana favorita de Bernardo, la que insistía que nadie más tocara,

rosamente tranquila-, estás

ente pesado. Su sonrisa v

su mano revolotea

nto mucho! Mateo debió dármela. Siempre

sonrisa burlona ju

o y yo tenemos juegos a juego en la of

fría se m

juego? Qué

z bajando a un su

rados, tazas separadas para él. Higiene estricta. ¿Supongo que se le o

ara de pura mortificación. Murmuró algo sobre una llamada urgente y prácticamente arra

go. Ella estaba durmiendo aquí, cocinando aquí, criando a

ardo; estaba construyendo una nueva vida con él, justo deba

arto, con los ojos

ala con Shanik? ¡La hiciste l

mirada, sus pequeñ

ll

jas de todo y nunca lo aprecias. Dice que ni siquiera te gusta

a albergado tanto resentimiento, erosionando silenciosamente nuestro matrimonio, me re

na hora después, s

ecogí su taza, todavía manchada con

taza favorita. ¿Qui

plana, si

tan rápidos para ocultarse, mostraron un des

, su voz

limpia y la llenó de agua. Ni

hacía ahora. Ningún roce casual de manos, ningún t

mis sienes hasta mi cabello. La sal me ardía en los

que yo era la mujer más hermosa del mundo. Me traía café a la cama, justo

el vasto silencio de la habitación.

n extraño que yacía a mi lado, ajeno a mi agonía silenciosa. La comprensión fu