img El curioso embarazo de Joseph ©  /  Capítulo 4 TRES | 10.00%
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Historia

Capítulo 4 TRES

Palabras:4140    |    Actualizado en: 22/06/2021

spersarme de la cruda realidad a la que estaba inmerso. A ejercer cierto efecto en mi cuerpo, la música sonaba en un tono alto. Comenzaba arreglar la ropa que me pondría h

ica empezaba a surgir pro-yección afectu

de mi boca imita al de la cantante. Es como si

ay all my love, wha

these words, there's

verything leave me

s, we can't go b

ix me, I'm

rom love, this time

feel your tou

ll the piec

ght I'd fa

together my hea

suave compas de lado a lado, mis manos palpaban el borde de mi pantalón, presintiendo un cosquilleo en mi pecho, era soled

photographs and wa

these letters; I don't

y's, there's a

t mend me, d

con potencia mis puños, intentado (al menos), no dejar caer

to hide, I'm broken, broken, broken —termino de cantar. Sintiendo las lágrimas descendiend

a oveja psicodélica para padre. El hijo no querido. Padre en toda mi existencia me restregaba que era un engendro, que él debía haber tenido a mi hermana melliza, pues su sueño siempre fue obtener una pequeña nena y s

ero. Porque en teoría ella sal-dría antes que yo. En este tipo de partos, el sexo femenino es el primero de salir del vientre de la madre y el sexo masculino el siguiente. Para mi padre fue un golpe demasiado bajo, ya que él estaba encantado con la idea de una nena,

otipo de familia «Feli-ces para siempre» o «Hasta que la muerte los separe», no miento al decir que no se aman, por ellos se aman (o es lo que se demuestran); lo que sucede es que mi padre es demasiado frío como para demostrar sus sentimientos a cualquier perso-na, y más en

al es-cuchar la profunda voz de mi mejor amigo.

. Mierda, ya estoy comen-zado a odiar este lugar. Me tiene preocupado la idea de que padre aun

a reposa una delgada capa de seda de color blanco, junto a los lados de ella un par de mes

migo al escuchar el nombre del hombre que me ha demos-tr

tenemos de nuestra estadía aquí. Luego veré que hago, con lo de… —ladeo mi cabeza y co

e planto un beso en su mejilla. Le oigo suspirar y me alejo, entro

no circule bien. Es la ley de la cual me ha tocado sobrevivir. Siempre me he identificado como un chico sereno, lo cual es anormal para mi familia, ya que ellos siempre son hiperactivos. Soy el lado opuesto a ellos, lo cual anota más puntos a fav

ar esta noche —mus

idiota hablando conmigo mismo en voz al

s una blanca tostada. Porta un traje negro con una corbata de color rojo, su sonrisa es muy infecciosa. Por inercia también sonrío. Tayron, les tiende las llaves de su coche, un Audi R8. El chico que: «solo-pienso-con-la-cabeza-de-abajo» lleva puesto

obseso

én la franela de flores y un sweater de color gris, mi ostentoso tenis de color negro siempre me acompañan a donde sea que vaya. En mi mano derecha llevo mi celular, el cual sigue iluminándose por las notificaciones, mis he

moda y eventua-lidad. Algunos se pueden observar con entusiasmo, otros con miedo y el resto normal. Los porteros que tienen más aparien-cia de gorilas mantienen

os en blanco al sentir sus estúpidas miradas. Pero hay una en específico que me hace estremecer, no necesito voltear para saber de quién se trata, porque si volteo voy a saber que en e

rma vertical, dando un estilo victoriano, muy relajante. La música de fondo es una banda de Jazz que no logro identificar. Coloco mis manos sobre la mesa cuando ya estoy sentado frente a Tayron. Prontamente, un camarero se acerca entregándonos los menús. Se aleja rá-pido para

o estupefacto a mi amigo, él no es de comer comida mari-na—,

siente anotan

ti-vas de la marca que es imagen de color beige con azul claro. Su mirada la tiene puesta aun en mí, vislumbrando su profun-do odio. Mandando descargas a todo mi cuerpo. Paso saliva con dificulta al notar cómo lleva su copa de vino tinto a sus

ro, Tayron también observa el lugar donde estoy obs

digas —

lteo lentamente a observar la persona quien está interrum-piendo mi relajante hora musical. Nattasha, me ve con su pro-pia sonrisa que cualquier hombre se tiraría sobre ella y besar

—, oye que coincidencia que estén ustedes por aquí; Jules y yo vinimos a cenar ya que ninguno queríamos comida a domicilio —hace una pausa y con

os a Atlanta —Nattasha me observa sorprendida por unos breves se

n para acá, y quiere conversar con nosotros —señala con su mano

Tayron quien niega de

re hablar? —ella asien

diota

ra. Reposa su cuerpo contra la silla que resido sentado—. Realmente no sé lo qu

te al recibir un recuerdo

҉

gulloso de haber sido el único de mi clase en sacar la máxima nota del examen del profesor OcCyn; en mi manito derecha mantenía el papel con la calificación que me tenía contento toda

-zos y la abrazo fuertemente. Beso su mejilla y sonríe abie

dre. ¿Por qué? —comienza a pasar el torso de su mano

uestro la hoja de papel y ella sonríe orgullosa al

eño cerebrito! —Me ri

u padre —comento suave. Baja la cabeza y asiente. Manda una mirada s

vejecida—. Ellos se encantaran con tu die

o la fuerza necesaria para poder abrirla con tanta facilidad como los demás. La puerta emite un chirrido bajo que indica que alguien la ha abierto; paso por ella sujetando con mi calificación detrás, para que sea una sorpresa. Mantengo una sonrisa en el ros

rar, Joseph? —La dura voz de mi

ón —m

re quien me observa con discrepa

-das, tiene una taza de té en sus nudillos. Me acerco a el

ito aún. Padre me in-timida de sobr

. Camino rápido y comienzo a escalar en ellas. Los ojos de mi

sorprendida y me

é, felic

rás —coment

oma de sus manos. Mantiene sus ojos puestos en mí.

y son

ay a

que demues

abeza. Siento mis ojos húmedos, pero si lloro padre me

ante sus

clase —murmuro. No subo la mir

Quiero que te encie-rres en tu habitac

hijo! —lucha madre. Sin querer siento

mejilla

y frio suelo con la mejilla roja a

҉

z de Nattasha me saca de mis pensamientos. Está sentada

ada fue incómoda lo único grato de aquel res-taurante fue la amena comida. Pronto de eso mi amigo y yo nos fuimos a unos de los shows en vivo donde había un acto en conmemoración al fallecido rey del pop. Luego nos regre-samos al hotel, donde

lor negro junto a unas Nike del mismo color. De igual forma, el señor «yo-pienso-con-la-cabeza-de-abajo», siempre se delimitó como astro de moda. Y yo, que solo me he mantenido con mi pijama de fi-guras de conejitos

o, y no cambiaría por los demás. Volteo a obser-var a Jules quien en este tiempo no ha comentado absoluta-mente nada, solo sigue observando el horizonte. Me levanto de la cómoda silla. Camino

s mi

pecho. Jalo de ella. De-lante de la puerta están varios hombres trajeados con edades diferentes, portan un portafolio de cuero elegante en sus ma-nos correspondidas; abogados, es lo primero que me llega a la

n entre sorprendidos y sin ninguna expresión—… tardes —ti

los hombres pasan entra padre quien me observa con su ceño fruncido. Paso saliva dificultosamente, él se encamina observando su alrededor con desprecio, ta

hubiera sido

s, quien mantiene ahora su vista

gama y más precisos además de perspicaz. Nunca ha perdido un caso, siempre sa

honcho, si no me equivoco es asesor de imagen en deportistas—. Nosotros vinimos porque lo que sucedió hace unos días, creó polé

rfectamente

n llegar? —pre

anda dagas de sus ojos hacia mí. Nattasha observa todo en silencio, lo cua

con su padre. El matrimonio fue muy sorpresivo —continua—. Ninguno hizo un contrato prenupcial, lo cual al divorciarse tra

or dónde va esto; y

al ver a padre acl

o estará en la boca de todos con este tema —expresa mordaz—. Por lo que él divorcio seria bajar mi apellido a los suelos y no quiero eso por una irresponsabilidad de parte de ustedes dos —hace una pausa y luego sigue hablando—, un divorcio costaría mi-llones al no haber contrato prenupcial

i pa-dre asiente con fastidio—, maldición —masculla

mi garganta y mi

unto. ¿Tan de

o puedo mandar a la mierda tu estúpida carrera como pelotero. Además soy el mayor inversionista de tu equipo y los dem

a, luego sonríe socarronamente

n —farfulla caminando hacia la puerta dando grand

siempre intente ser un sobreviviente más. Doy vuelta a observar desde el ven

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