do el esfuerzo que había estado haciendo por toda una semana. ¿Había algo de divertido en su situac

te Seokjin estaba haciendo lo que tenía planeado. Solo era cuestión d

trar un mejor lugar. —Ah..— suspiró, ¿a quién quería engañar?, no ha

lgun otro departamento dentro

so de pie y lentamente caminó hacia fuera de su habitación para dirig

eokjin les echo u

dole saber que lo que buscaba estaba en esa

e lanzo, no se como ni por que, las baterías de control remoto por el balcón?— Recordándole

responder, de su boca solo salieron palabras que no i

Seokjin le dirigió

os mejores compañeros de piso que jam

amente de la cama. Ambos, dieron con su despertador, —¡Diablos!— al parecer ambo

se molestaron en enfadarse con el otro, pues ambos ocupando el lavado no era cómodo. Solo tomaron su ce

ego escupir, luego Namjoon lo e

opa saliendo volando de los armarios, a

mente no había querido hacer, pero tuvo. Era eso o

in no fue amistoso en tomar el casco

jo nada, solo:—

bien o no... Ah, ahora estaba en

l horario tolerable, así que nadie les dijo nada. A excepción de Sammy, Seokjin

ica manteniendo su mirada hacia el fr

o —No puedo, tengo que salir

rpo sobre su escritorio. Seokjin rió. Ella se incorporó abruptamente —Entonces iré a comer con él— apuntó con su dedo índice

Seokjin sonrió

on él, sí, sí lo conozco—

reguntando —¿Cómo se lla

—Luego se lo preguntaré, después d

tan

inaron su charla amistosa y siguieron prestánd

o en busca de un taxi para que lo llevara a la veterinaria donde trabajaba,

.

tenía ventajas y desventajas, la ventaja de trabajar como repartidor de comida era que él de vez en cuando tenía que comer, no, él no se comía la comida de los clientes, simplemente

te de horario, pero aquello significaría me

optó primero por tomar un baño, cosa que solí

l departamento, él no venía solo, u

vio detenida ante el panorama. ¿Qué rayos hacían tres grandes perros en su d

a intol

eglas— Namjoon dijo de manera muy, muy

e manera enfadada y le dijera lo que sea que le estaba diciendo,

on se controló, dejando pasa

pausa —Los perros no se quedan más de un día y, lo sien

uchar —Como sea— Vamos, él no era alguien sin empatía, además realmente entendía la situación del chico, pues el

res perros y un ladrón de comida, si genial. Entonces él te

s mojados fueron llevados hacia atrás con toalla en mano. Ah~ literalmente

ontraba sentado en el único sillón que hab

bar tu comida y tampoco debí traer a tres perros enormes al departamento— Les

pero lamentablemente ahora el

cuchar aquello. —¿Estás bien,

— Vio al chico negar —Bien, aun así no quiere decir que

o, sí, l

sde que se conocieron que ambos estaba

y una pregunta:—¿Qué te

vó con humor