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Historia

Capítulo 3 Inspiración siniestra

Palabras:2205    |    Actualizado en: 26/07/2021

OMBRE DE DENJAN SERÁ

con un simple chasquido de dedos. De hecho, se decía que ella entrenó a todos los anfitriones que actualmente trabajaban en el Budel Esprit Lubrique, y que fue ella quien concibió la idea de cobrar cantidades millonarias a los turistas que pretendían superar la prueba del amante. Aunque en Belguiz no existía una organización política, podría decirse que la mujer era quien ostentaba la posición de mayor poder. Toda decisión debía someterse a su aprobación. Generosa con los que no cuestionaban sus mandatos e implacable con los ciudadanos insurgentes. El rostro de Madame Leyxa era el último que veían los pobla

star en paz en mi propia casa?— Greta de inme

rlos esperar. Un solo día de hospedaje pagaría 10 veces lo que vale esta casa. Anda, es hora de irnos— la

oximadamente 15 minutos si recorría el trayecto a pie. Como se trataba de una zona boscosa, muchos árboles y maleza invadían el camino, por lo que se inst

eta hizo un puchero y si

enamiento, pero Johak seguramente me ayudará sin dudarlo— aunque sabía cuál sería la respuesta, Greta quizo poner a prueba

ntener a otras 10 chicas como tú— la mu

ayores que yo, pero sería agradable pasar el rato con chicas de mi edad. Oye, ¿por qué no hay

l ambiente de este territorio es muy particular, corres el riesgo de morir por la contaminación que hay fuera de Be

intención de encontrar alguna abertura que revelara detalles sobre su origen o el exterior.

s vamos nos arriesgamos a marchitarnos y caer reducidos a polvo por la contaminación que hay alrededor del mundo. Pertenecer a este país es una bendición que ninguno d

ugares maravillosos— Greta mintió. Sí había escuchado sobre ese r

torias es señal de improductividad. Y si Johak te lo dij

informantes. La mujer tenía la costumbre de contratar a extranjeros para que se hicieran pasar por clientes del burdel y le dieran detalles sobre cómo los entrevistaba Greta. Uno de ellos le comentó que la chica pausó la entrevista para preguntarle si sabía algo sobre

s lugares, sobre el pasado de cada poblado o familia?— la chica volvió a mentir. Hace dos semanas, ella aprovechó la ausencia de Leyxa y la distracción de los guardias para ingresar a su casa. Una vez allí, no halló nada interesante ni revelador. Lo único que atrajo su atención fue una repi

iudad. ¿Realmente una mujer te lo dijo o ingresaste a mi casa sin que nadie se diera cuenta? Si alguien resulta ser culpable, te aseg

a empedrada y las casas parecían esquivar la abundante fauna, como si dicho asentamiento estuviera en deuda con la naturaleza. Como ya

taba acorralada. No quería que alguien m

te prometo que te regalaré uno de mis libros— Madame

r el remordimiento y un poderoso brillo apuntó ha

Dime, ¿qué clase de libro me vas a dar?— Greta moría de ansias por d

os mantendrán muy ocupados. Anda, prepara tus materiales para la entrevista. El primer cliente ya te está esperando— la muje

a arquitectura bastante moderna considerando el lugar. La construcción era de dos pisos. El inferior estaba completamente vacío y sus cristales eran transparentes. Los clientes debían ingresar desnudos y caminar alrededor por 30 minutos. En ese interludio, los pobladores y demás turistas tenían permitido obse

guardaba Greta. Ella ignoraba por completo todo lo que sucedía en el piso inferior. Los clientes debían tomar unas de las batas que se encontraban en el ascensor. La desnudez estaba prohibida en el segundo piso. Después de so

o te

nse Ca

os años

é te d

ñías de productos tecnológicos

cas en es

de mis socios vino el año pasado. Gastó mucho

special o solo buscas

o los recursos para costear

que más te

la cama o en

que gustes, no teng

o, pu

onversación no debía desviarse hacia otros temas que no estuvieran relacionados con las actividades de un lugar como el Burdel Esprit Lubrique. Si la chica intentaba in

entido, pero muy valiosos para Madame Leyxa, quien los tomaba y resguardaba al termino de cada entrevista. Greta siempre cerraba los ojos y dejaba que su ma

poseyendo a una mujer mientras un varón fornido los abrazaba a ambos. Los tres se encontraban en una especie de playa roja y el ci

l para devorarla. Sin saber qué hacer, ella empujó el escritorio con todas sus fuerzas y emitió un grito ensordecedor. El cliente la miró c

uar la habitación. El anfitrión se marchó junto con el cliente y Greta. Leyxa recogió el dibujo, y despu

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