ir Kara. Él da suaves embestidas esperando el momento para darle lo qu

estás tan cal

ede. Decide aumentar sus embestidas y sale casi por completo del interior de la lob

ente la contracción que eje

siente tan complacido que

sus caderas y la e

elta un

rse por sus cuerpos y el ca

gemidos inundan la

lf

e con d

e llames alfa. Me

asi

e remueve y siente un c

agitada por el org

chorrita,

orden para

erior. Se separa de su cuerpo. No necesita tocarse para llegar, pues el rostro sonrojado y el cuerpo mojado por el sudor de la loba es suficiente estimulo, así que se corre sobre el vientre de Kara, llenándolo con su espeso esperma caliente. Un ronco gemido sale de sus labios y suspira por lo bien que se sintió

un sueño mojado. Él tiene años sin ser complacido en toda su plenitud. Por más que intentó penetrar a otras mujeres, nunca salía complacido porque sus amantes terminab

cabeza contra la pared

set y toma un traje azul marino que se ajusta a su enorme cuerpo. Al estar vestido, sale de la habi

Mañana a las 10:00 p.m. llega el ca

ie

que te encargues p

olta a

a chica que mandó A

a alguno de los prostíbu

lla —ordena con seriedad—. Se que

diga

ó dejar a la chica, ya que ella no entra e

a. Además, dile que se encargue de ella p

ero solo asiente sin cuesti

vorito del Don para jugar póker y compartir co

(

s 7:00 a.m. cuando la seño

n ellas huele la esencia del Don. Eso sol

Su voz sale

ra. La curiosidad en Kara es palpable al ver a la elegante señora. Si no fuera porque lleva

necesidades. Aquí le traje el desayuno y una nueva prenda de ropa junto a unos articulo person

eja la pregunta de

inerva ría por ol

la ama de ll

r todo, señ

a n

a, dime Minerv

asi

dígam

va as

sita a

lo que trajo ah

y se d

come lo necesario y deja el resto cuando está satisfecha. Toma la ropa; es un pequeño conjunto de verano que consiste en un pantaló

tiene en su entrepierna. Jadea cuando el jabón le provoca un picor. Sin duda alguna, las dimensiones del gran Don lograron desgarrar algunos lugares, pero no tanto como

ros dentro de ella. Se siente utilizada y no quiere tener otro acercamiento con el alfa. Kara tampoco está muy orgu

as las colchas de la cama. Las agarra y las quita. Busca en la habitación un juego nuevo. Cuando lo encuentra, se encarga de arreglar el colchón. Obser

rme sala decorada de forma muy lujosa con alargados sofás. Tiene una mesita de cristal en el centro y una lámpara que lleva cri

r a Kara con las c

aces? —inquie

r estas colchas. ¿Serías tan

cara de horror al

ntera y las chicas de limp

sos se

n de la edad de Kara ll

y lávalas. Dios, niña, debes esta

chas a Kara. Al principio se niega,

aci

ice Bella antes salir de la

a para hacer un recorrido

hasta llegar a una puerta entreabierta. Echa una mirada y se encuentra con el Don sentado junto a o

ta y la deja expuesta. Su corazón se acelera cuando las miradas de los cincos sujetos, incluido el Don, se fijan en ella. La de este último es seria y las de los demás es cur

ara andar husmeando en

nseguida agacha su

uería ser inoportuna

e cobraré tu interrupción —resue

y le da una dura mirada antes de volver con sus s

o, donde la desesperación

de lo que ese ho

mblores y se acurruca en su

(

curre lento en

ue se acercan a su habitación. La puerta se abre y la imponente figura del Don hace acto de presencia. Su mirada es seria y a la vez tenebrosa. Una

snuda. Ahora —ordena sere

. Sin dudar, hace lo que pide p

nombre en la boca del Don se escuchó de una manera tenebrosa— ¿sabes cuál es el castigo que les doy

ra un ardor en s

en un pequeño hilo

á con la pequeña chica será muy ma

como eres un agujero digno de mi polla, me siento satisfecho y no me he aburrido de él, te dar

de Kara se acerca a

ve un poco el cinturón en su mano para que no sea tan largo y solo sea una medida pequeña. Aunque quiere castigarla, tampoco va a utilizar tan

sus labios escapa un gemido lastimero. La loba sabe que el Don no ha utilizado su fue

igo, Kara? —La voz del

asi

a de sus nalgas. Con rapidez

lir un tercer azote. La loba arquea su espalda. Su parte omega se siente humillada por lo que sucede. El cuarto y quinto azote llegan uno tras otro.

su potente erección y se

aleja de

iero —

nce su

ra para que se quede quieta. Eso es suf

Aquí tú no decides y no tienes voluntad para negarte ante lo que pido.

de Kara para fundirse en el

pero el Don no se detiene

su cabello. La domina y la

ulo de la loba. Sus testículos chocan cuando se funde

s tomada en contra de

Si pasa no querrás saber a dónde irás después. —Su amenaza tensa el cuerpo de Kara en su totalidad. Aprieta su vagina y logra que el D

un ronco gemido cuando su esperma caliente mancha las nalgas de Kara. Asimismo, se deja caer en el sofá. Respira hondo

le que para la próxima seas tan susce

n y deja a la loba co