Cerca de tu corazón

ara atormentar a los demás estudiantes. A los nuevos, sobre todo, la raza que deben domesticar para que su

elección de todos modos, traté de convencerme a mí mismo de lucir lo bastante débil y estúpido para hacerles ver que tratar conmigo era una pér

ta minutos dándome golpes inexpertos y bombardeos de cualquier porquería que hallaran en el momento, más las q

ron fue pegarme como bebés dando manotazos a sus padres y arrojarme cuanta encontraran; tardando demás

uro quedaron satisfechos… A menos que quieran averiguar cuánto puedo r

das que quedaron debajo de mi camiseta. Nada más hay raspones, unas cuantas zonas ve

ngo idea de a dónde fue a parar mi

endo arrojada desde una esquina por alguien que parece esta

nes. Con la basura metida hasta el codo está un chico tan bañado en mierda podrida co

e aparta del basurero y mira con la

nte. —Inclina su cabeza—.

én te dieron una calu

u preciosa ropa de colores pasteles, aparte de endurecer su cabello color trigo. Él revisa su rop

a su mano como si los restos de comida estuvieran quemándole l

él observa el cesto de bas

ncontré tu mochila en otro cesto de basura, au

ito, nada sobrevivió a la estupidez de esos monos. Mi teléfono acabó destrozad

í una lata vacía—. Hace media hora que estoy recorriendo cada rincón c

a sue

doy unos pasos hacia el

i morral? Ya que los dos estamos así po

que pasa

n adorable para intentar convencer—. Te prom

manzana podrida que cayó de su hombro cuando movió sus braz

celular qu

rral no está tan destruido como tu moch

ron ganas de reír—. No hay nadie por quien deba preocuparme, solo necesito

risa coqueta, pestañe

i morral y veamos si pu

*

chicos y chicas. Lo que se escucha es lo de siempre, aunque mucho más ridículo porque

na multitud, las risas exageradas de algunos me hacen fruncir el ceño preguntándome cómo un humano puede sacar

oj que funciona de todos los que hay en las paredes gri

nga. El aroma a bergamota, cardamomo, limón y otras esencias que no puedo distingu

quie

hacia

en las películas de fantasía—. Los escuché hace unos instantes. Esta v

que han pegado las tr

tá

ancha su brazo con el mío—. Por fav

y arrastrarnos hacia cualquier cosa que deseen hacer. No creo que sean tan idiotas para hacer eso frente a t

mientras caminamos a grandes zancadas

or la locura de esos simios me viene bien; pero co

ilencio hasta llegar a su sedán negro que, para ser sincero,

su morral de cuero en bus

nsiste en que no puedo tener tanta suerte. Vas a tener que hablar con

erentes, sacudiendo con más ganas el morral—. Ah, sí, h

llaves y podemos

acia la parte de atrás—. Es bueno te

o que diría

l GPS plantado en el salpicadero y nos ponemos en marcha—. N

diste a u

nos almohadas

La última vez que me ayudó demostró ser eficiente porque, me llevó a casa en su auto sin importarle que lo

ejaban la escuela. Tal vez fue inevitable, a su modo de ver las cosas, que lo hayan baleado con manzanas podrid

lsa detrás hay fri

nzo hacia la comida—. ¿Por qué me

do el camino sin

ue se entienda a pesar de tener la boca llena de frituras—. No seré ni el primero ni el último en ser mo

ón de tu trabajo, no te pre

ema no sirve

egados. —Me acabo la bolsa pequeña de Cheetos y agarro las papas. —Los dejan casi inconscientes —continúa Liam, tan alterado como al principio—, per

rtes, astutos e inte

n, deberías tomártelo en serio… Algu

dudo de

puñetazo e

quiero que me mates tú. —Masajeo el lugar donde su

decir algo ta

pura lógica. Aunque quiero vivir; no puedo hacer nada si e

gesto, y su cabello fino roza su rostro al moverse con el viento que corre a través de la ventanilla. Lo más impresionante son sus o

nuestro—. Dijiste que no eres idiota, entonces sabes qué pasa en e

es su líder supremo —murmura é

ora en el

an diez minutos para

iempo, no te in

las imágenes del primer encuen

cidiste ayudarme en v

no harían nada porque hasta ahora no se han metido con las chicas. —Liam se encoge de hombros—. Algunas veces las m

mo sabías q

rmación? —Liam lanza un quejido infantil—. Te

des y ordeno las

l tiempo a solas—. Pegados como siameses, a los simios no les será fácil volcar sus perversione

que desconfíe, más bien cree que esto es excusa para otra cos

tigo —susurra—. De

días, pero si no

no tengo nada interesante qué hacer en esta escuela y aunque parezca que te

era y no hubo otra cosa que temas triviales, cómodos temas trivia

r en algo que no quería, pero ya establecí que me aprovecharía todo lo que pudiera así que estoy de acuerdo con su sugerencia y le digo a qué hora debe

ara abastecer la mercadería que hay en los estantes, actualizar la sección de revistas con la

úsica y jugamos piedra, papel o tijeras cuando los dos nos sent

*

? —pregunta Clover mientras aco

s libros que estuve leyendo para resp

buenas noches y vengan

malo, en lo que se

a antes de cer

o solo por usar ropa de colores aburridos todos los día

pestañeando un par de veces porque acabo de recorda

os en una hora determinada,

aso

elo y veo que él llega c

cuando estamos

isto para

mino hacia su auto estaci

pero como estamos en un espacio silencioso y un poco pegados uno del otro, se escuchó con cl

hora sue

scarme —le digo—. No hace una difer

ga con l

dó

brazos detrás

o doblas a la derecha, pasas

hacia mí. Su cara parece estar pasando po

son

el brazo, pero aun así n

erdí l

hofer?! —exclamo, frotando mi brazo—.

brazos, apart

me hace pensar que puedo contar co

a—. Bueno, sí, tal vez, pero me tomaste

a. —Señalo el leve temblor en

ar escapar lo que tant

en vine a

Fui al supermercado hace poco, también tengo

tienes que ayudarme

deja de reír

ás de

ñal de haberme rendido—. Si no quieres

os ponemos

uto, hablo con Liam sobre mi trabajo porque insiste en saber a pes

s a

nca de dos pisos, básica, igual a

dy llega a las diez de su trabajo, tenemos ti

e. En la cocina, con Liam a mi izquierda, subo el interruptor de la lámpara colg

a casa para avisar

acia la nevera—. Ni siquiera serán las

s especiales que hice hace un par de días, algunos postres probados aquí

te dio el teléfono, ¿no es así? Sino pensará que

teo para mirarlo co

uardas dentro te estaba hablando y era mucho más interesante q

e salsa de tomate y

cir banda de ch

a dentro de su estóma

bdomen con ambos brazos—. Prepara

no sea Brody en un chico que acabo de conocer, pero como se ha po

rámites y re

bolsillo de sus jeans negros y se dirige hacia l

ome cuenta de lo que estoy haciendo, alcanzo el frasco a la mitad de salsa de tomate ca

carne ya preparada mientras me encargo de separ

as dudas alrededor de cómo hice para que los fideos me quedaran tan perfectos. Me gusta escuc

a mesa sin mayores dificultades que una discusión modera

as acaba de tragar un poco

derlo porque Inclina la cabeza hac

arte un orgasmo

o devorando lo que

ose y cerrándose lo que evita que él diga algo. No me muevo de la silla

iablillo —saluda—

la vacía, mirando con curiosidad al ru

que es—. Me levanto par

un compañer

isa de Brody, algo que

so para que ese diab

llevo el plato a la mesa, enredán

ota de esa mierda que llamas cer

arices de mi tutor, luego busco una lata de s

iciendo las c

da astuta antes de conc

lato. En eso, observo a Liam quien bebe agua como si nada hubi

ar la prim

s soc

las cejas, rie

estapa su cerveza con satisfacción en el rostro—. Pero, M

Que descuido de mi parte, por suerte

as

aboro en esta casa, tengo l

da unos cuantos sorbos a su

ue te llevaron a unirte con est

amos al mismo tie

y se le cayó el teléfono por el impacto. Me sentí muy mal por haber hech

ste —co

aso de agua y d

te lo

e el elixir de los alcohólico

rrinconado a una pared exigiendo u

pito frun

ué él h

a cerveza tan rápido como s

ipe, pero en realida

y ocupado bebiendo agua. Hace eso para tragar una protes

entes en el taller, los precios modificados de la gasolina, las autopartes piratas que debe remover casi todo el ti

er cada que se pueda y yo esté de acuerdo. Como buen anfitrión que desc

tretenido —

s los días, no

quie

de madera de las escale

juega con sus llaves en el bolsillo,

que… hum… si quieres

n los bolsillos dela

nada que

su bolsillo y las agita entre sus dedos—. Ahor

supue

amos una cabeza de diferencia

tu nú

fono cuando estabas de

un momento,

oches —se despide,

da vuelta sobre sus talone