img Ciegamente Mío  /  Capítulo 4 4 | 21.05%
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Historia

Capítulo 4 4

Palabras:2376    |    Actualizado en: 06/08/2021

ace a sus amigos, de forma dramática—

Por lo visto ese niño tiene agallas y muchas, pero

ntró a la cafetería—. Ese niño no sabrá quién lo golpeó —se

hacer? —Colton le

por lo que escribió el nombre de hombres. Si se ganaban el puesto de entre las diez parejas, el omega no podría n

ua por los labios—. Vere

de sus brazos—. Tu hermano luce muy apegado a él—.

o si lo llevaba —los siguió con la mirada—. Hagan correr la voz de que

n co

enos de lo que canta un gallo el rumor de que Yer

asi expulsado del lugar. Eliot le dijo que estaba en camino y que no hiciera nada de lo que después pudiese arrepentirse, sólo sabía que

guntó Michael, y Yeray negó con la

—murmuró en voz baj

mbre? —Yeray neg

e—. Déjalo, es un

ieses iniciado ese estúpido rumor ahora mismo estar

lo miró indignado—. No te pon

o y me dijo que me

inó lo más rápido que pudo hasta

ntó sus manos buscando el tac

—tomó el rostro de su

ó que Aiden lo ab

taba tan asustado cuando me llamaron a

os alfas y casi se cae contra el suelo sino hubiese sido por

uí, Michael? —Yeray abra

—Michael se puso de pie—. El que d

én se puso de pie— ¿Te crees que por

sus manos a sus caderas—. Eres in

e debo de tenerle respeto es a mi alfa, el cual es el único que ha podido borrar cada cosa por la cual tu maldi

res

ue pasamos en esa cárcel, así que mantén a tu perro rabioso le

pido omega? —agarró el cuello de

erick —Eliot tomó a Michael del b

iecisiete años? —Eliot asintió—. Maldito omeg

varte de lo que te haré si vuelves a colocar tus asquerosas manos sobre mi esposo o de mi hijo

ro,

Jace—. Te advertí que no quería que algo malo le p

an aquí? —dijeron Michael

de su hijo—. Eres mi hermano y se supone que no debo de querer matar a tu alfa hormo

bien —se defendió Jace—. Mire

mocoso —lo detuvo Aiden—.

r favor —pidió Yer

hermano, pero mi familia es primero que todo en este mundo, y si la tuya no puede respetar eso será mejor

demonio

uno de tus hijos vuelve a toc

de su hermano—. Contrólate, Jace. No tienes cinco

sí —Michael lo s

mándolo del brazo—. ¿Es que no estás vien

No

úpidas a Jace en la cabeza, trata a los omegas como si fue

dio una mirada a su hijo, que le hizo

Por más que le decía a mis hijos sobre los omegas, tú le metías esas mierdas y e

dito viejo asaltacunas—. Jace se fue alejando poco a poco,

Michael que conocí en la cárcel, pero me equivoqué. Sigues siendo el mismo niño puberto i

eso? Eres muy crue

rada hacia el cielo—. Jace no contro

e no

ustificando a tu

én es t

abes —abrió la puerta del piloto—. Será mejor que comiences diciéndole las consecuencias que lleva

El

a casa —entró al carro—

entró al carro, y miró a

osas estúpidas que

*

ó a Yeray a salir del carro, junto con sus

los dos —gruñó—. Me oculta

milia —entrar

ró a sus hijos dormir en la sala—. No e

Ma

iste que esos niñ

—confesó—. No estarán para mi toda

cirnos lo que estaba pasando, ahor

jó la voz—. Papá trabaja y tú estás en cinta, y debes cuid

sólo que sigues siendo mi hijo y debo de protegerte de todo —besó su meji

asta que Yeray le dijo que ya estaba solucionado; sus padres no mencionaron nada durante la semana qu

Zac era el único de ese lugar el cual no tendría problema alguno en acercarse a él, p

de su boca cuando los murmullos de los est

nervioso—. ¿De qué

á enamorada —confesó—. Me di cuenta cuando estábamos en la c

ré en tu salón de clases. Tengo que buscar unas

or q

s en donde estaba el omega—. Nos vemos y trata de darl

ez será él quien

ndo sintió el olor de Jace a su lado. Arrugó la nariz, tratan

hombros del omega—. ¿Cómo amaneció tu trasero

lo sabes —quitó su brazo—. No sé

ó su mejilla—. ¿A que no

me in

nado un vi

do —frunció el ceño—. Puedes

cribí la semana pasada y nos iremos en una semana más, así que será mejor

bromeando, ya t

que no tus notas bajaran —suspiró—.

a y tampoco me interesa tener algo que ver contigo, ¿Es qu

nuestra familia en incesto es permitido siempre y cuando sea afirma

uestras madres se odian y sigues molestándome, no

nción al profesor que terminaba de entrar—. Y sobre nuestras madres, me fascina el

o —se aclaró la gar

la persona que

ercana como para que haya algo que nos impida estar juntos —lo inte

cercó sus labios al oído del menor—. Recuerda que esta noch

, dio por termina

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