í, sentada con esos ojos verdes y esa timidez que me encanta de ella,—se que soy duro con ella cuando se trata de trabajo pero es que no puedo
siguiente paso a nuestra relación,— todo iba bien con Aqueelah hasta que llego Haley, Aqueel
Me encanta! Tendré que hacer algo—en unos días tengo un viaje de trabajo a Madrid, voy a tener que pedirle a Haley que veng
e impotencia de cuidarla y quiero que sea mía ¿ya? —tendré que tomar una decisión en cuanto a Aqueelah. Tomó un trago de mi
e ha llamado la atención pero nunca he tenido tiempo de venir, ya que mi padre desde que era niño, casi no me dejaba jugar y cuando cumplí mi mayoría de edad me exigía más cada día. Aparco mi auto, me detengo a caminar un poco hacer mucho que no estoy tranquilo y me
lama la atención ver a Haley sentada césped, bajo un árbol grande leer un libro me lleno mucho de alegría al verla allí tan relajada,