e se lamentaba. Otra vez lo había hecho.Su tía le había
ontraba Laura, rodeada de sus amigos. Llegó re
a hablar con mi prima unos minutos.-se fijó
enta, pero Charlotte sabía que más tarde se lo harí
siempre tengas que venir a molestarme cuando me estoy di
a le contesto– Tu madre me manda para que
es – respondió Laura un poco molesta dejó a
a manera. No había entre ellas ningún tipo de cariñ
straída que chocó con algo y sintió como la sujetaban para evitar que cayera. comenzó a formar una sonrisa, pero cuando levantó la cabe
y se dirigió hacia la salida para marcharse. Era un fiesta muy concurrida, parecía
ue se formaban para charlar, iba tan enfrascado en sus propios pensam
rojo. Nunca en su vida había visto un color igual. Sus ojos se quedaron atrapados en otros ojos negros ¡Dios! ¿ Eran posibles uno
o, el quedarse sin habla. No ayudó en absoluto cuando miró un poco más abajo. Tenía unos turgentes pechos y notó un
mía y no se hable más– Hablo mientras se sonrojaba. Era
, lo siento –una sonrisa se dibujó en sus labios-
ír y supo que le encantaría que esos labios la besaran, le .... ¡BASTA! Desde que había visto ese hombre no hacía otra cosa que acalorarse y
i nombre es Charlotte Tara
ese momento apareció su Mejo
ces a la encantadora señorita T
dirigió una sincera sonrisa. Con una disculpa los dejó allí plantados, se
as emociónes en