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Historia

Capítulo 4 Removiendo el pasado.

Palabras:3600    |    Actualizado en: 18/08/2021

mi realidad, a la

sé que está mal, pero simplemente es algo que no puedo controlar, se escapa de mis ma

a noche aquí en casa, está en mi habitació

rometida sola, por irte a ese capri

problemas con que yo me vaya a

ijo a jugar Fútbol, béisbol o cualquier deporte desde su niñez, aquel que lo alienta al momento de bu

igas en sus prácticas, él nunca me hablo sobre mujeres, fui yo, quien pensó que la cantidad era más importante que la calidad, y disfrute jugar con muchas… Nuestra relación padre e hijo ¡Nunca Existió! Tampoco pu

era a una reunión de suma importancia, se notaba tan alterado y preocupa

Este plazo sé que es corto para tus trabajadores, pero es u

obra en tiempo récord, cuando yo le calculaba c

e contratar más personal, y

zas, contrate a quien tenga que contratar, doble el sueldo de los

de trabajo y esfuerzo, pero como lo dije desde un comienzo, el esfuerzo valdrá la pena. Hice unas pocas llamadas, contrate un par de personas más, busque ayuda incluso del que menos lo esperaba, hable con los

vería el fruto

nto suena el pito de un carro, y al observar era Cristian, pero no venía solo, Bianca estaba con él. No sé con exactitud que me paso, pues al momento de mirarla

te un favor, esta noche llevaré a Bianca a cenar, pero Susana me

e lo pidió a mí? – Le pr

o, pensé que sabí

pes yo me enca

prendió, pero no me preocupo, o tal vez sí, no lo sé, por lo menos no tanto como el saber que Bianca es

a detalle de su aspecto físico, sus ojos, su sonrisa, su postura, absolutamente todo,

o también quería mirarla, pero mi hermano del alma estaba frente

os de esta manera

, saluda a Bianca de mi pa

erto que alguna vez me llego a gustar, claro estaba que solo yo lo sabía, y no me conve

época en donde la esperaba en la entrada del colegio, siempre me encontraba allí sentado con mi morral abrazado, esperando que ella llegara para por fin entrar juntos, y así se repetía cada día, ella llegaba caminando con su papá de la mano, él

clases no conversábamos, como todo niño siempre fui atento a lo que los maestros decían, y considero que todos los demás eran como nosotros en ese sentido, pero al momento de salir de clases, nos dirigíamo

as, muchas veces imagine que sería doctora, pero no era su vocación, ella quería resolver los problemas más grandes c

la típica mascota de un niño, luego tuve un gato, loro, hámster hasta llegar a Trini, una cerdita, pero no quisiera recordar su triste final

vocación para esa carrera; luego quise ser músico, como todo joven siempre pasas por la etapa en donde quieres tener una banda y ser reconocido mundialmente por tus canciones, pero tampoco tuve mucha suerte n

decir basta, pero cuando entendí que debía ser alguien y valer de mí mismo para no d

os, pero así era mi realidad, hasta que un día de la nada se volvió tan fría como la nieve y cambio por completo, no hablaba, no salía al parque y cuando intentaba acercarme a ella, se levantaba de la silla y retrocedía dos puestos más atrás, siempre alejánd

momento de rememorar aquellos detalles olvidados, nos da miedo el acepta

cierto aspecto lamente el no poder acompañarla, sabía lo importante que era para ella esta gira por su carrera, pero ella también sabía lo importante q

el auto de Cristian estacionado, y al mirar por la ventana estaban ellos dos, en una mesa al fondo cerca de la tarima; Bianca sonreía con tanta felicidad que no pretendí interrump

perspectiv

ado, es caballeroso, gentil, trabajador, honesto y con cierto sentido del humor; tal vez es demasiado bueno para ser real… en veces quisiera creer que nada pasara, y que la vida continuara de esta manera, que nada afectara y

una vez realmente me llego a llamar la atención, éramos muy niños en ese entonces y no sabíamos lo

s del pasado, esos recuerdos que afectan, pero te hacen ser mejor persona, y de cierto modo actúan en tu vida para cambiarla a mejor. Ese día que lo mire en la construcción, mi corazón se detuvo por unos segun

ana llena de muchas energías y entusiasmo, me propuse no pensar en él este tiempo, y casi lo logré, los primeros tres días no tuve noticias de Santiago en lo absoluto, claro estaba que tuve también que reducir hablar menos con Cristian

pero muy poco para lo que debí darte

ntral, ya sabía para qué sería; mi mayor deseo era poseer un lugar para poder desempañar la labor para la cual me había preparado,

agradezco, pero no sé si

odido darte durante todos estos años, déjame

pen

í lo veía, ese era el panorama que se reflejaba ante mis ojos. Estuve todo un día entero pensando en ello, quería aceptarlo, pero no sabía si realmente hacia lo correcto, y creo que a la final me vencieron los deseos de cumplir un sueño y un propósito más

ceptaré t

no sabes lo feliz

entirme bien conmigo mis

semanas, así que durante este corto tiempo me propuse, estudiar e indagar temas con respecto a la Psicología, asistir a mis clases de maestría y hacer una lista de cosas por comprar, como muebles, cuadros, pequeños detalles para la decoración

anti

a ver, o por lo menos no por ahora, se apar

ándome la sonrisa más hermosa que pude deta

, toma

a cada día una nueva sorpresa. Estuvimos alrededor de una hora conversando, quizás fue menos, quiz

desayunas

lo hago, cuando no es

es problemas con

ue más bien el que tiene pro

compr

í, olvidem

timidante para mí, aunque muy por fuera debo

ón con tu padre? Sé que no

que nunca, él aspira que yo sea una

uel que seas, pero sin duda la

ve que ser así un par

iquiera despedirse; sentí aquel frío y a la vez desagradable escalofrío, mientras salía del cafetín, me hubiese gustado mu

us clases, el tiempo que tenía y como lo distribuía para las cosas que amaba; p

a brindado la oportunidad de su vida, en hacerla feliz, y sé que en parte mi madre está muy feliz por ella. Al día siguiente me levante muy temprano tome mi libro, un

ontrarte aquí, de

llegar a pensar qu

e d

no es así… ¡Un árbol! Me recuerda

en eso, cuando éramo

los dos giró a mirarse, ¿Qué mirábamos? Nada en realidad

resas, en realidad a esa hora tendría que haber estado en la construcción, pero fue

– ¿Disculpa?

para verte a ti, ¡Ja! Lo que es la vida, te supere añ

na intención siquier

nte, pero es to

ro debo entrar a mi realidad, a mi mundo donde sé que no existe la posibilidad de ¡NADA! Entre Santiago Castillo y yo. De momentos pienso… quisiera pensar que no estoy sintiend

pues nunca olvidaremos, solo llegaremos a

anto odiaba, muchas veces lo llego a reflejar únicamente en su mirada, pero en otros momentos, se tornaba sincero, tal vez u

siendo egoísta, caprichoso, malcriado, sincero o amoroso, yo perfectamente conocía esos puntos de él, y aunque no quise

tabas – definitivamente hubiese preferido que nunca me lo hubiera dich

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